En los últimos años el Parlamento Europeo se ha puesto muy serio con sus normas de emisiones. Las directrices europeas contemplan sanciones importantes para aquellas marcas que no sean capaces de cumplir con sus requisitos. Las normativas son cada vez más exigentes y si bien muchas marcas logran alcanzar los objetivos, otras tienen que pagar grandes sumas de dinero en concepto de penalización. En 2020, el primer año de entrada en vigor, los fabricantes tuvieron que pagar más de 500 millones de euros en multas. Un dato que acaba de ser desvelado por la propia Unión Europea.
El Reglamento (UE) 2019/631 estableció un objetivo para toda la flota de 95 g de CO2 por kilómetro para el periodo comprendido entre 2020 y 2024 para los turismos nuevos, medición basada en el procedimiento de prueba de emisiones del Nuevo Ciclo de Conducción Europeo (NEDC). Esa cifra asciende a 115,1 g CO2 /km cuando se utiliza el procedimiento de prueba de vehículos ligeros armonizado a nivel mundial (WLTP). Desde 2021, los objetivos de emisiones específicos para los fabricantes, ya sea individualmente u organizados en grupos, se expresan sobre la base del WLTP, lo que da como resultado valores de emisiones más altos que los del NEDC.
Todas las marcas cumplieron con sus objetivos en 2022
Ni qué decir tiene que los fabricantes de coches eléctricos son los menos perjudicados por esta agenda sostenible. Compañías como Tesla venden su excedente de emisiones y ganan miles de millones por ello, aunque cada vez menos. En 2022, último año del que se tiene registro, las emisiones medias de CO2 de los turismos matriculados cayeron un 5,3% con respecto al 2021, alcanzando una cota de 108,1 gramos de CO2 por kilómetro. El principal motivo es la cada vez mayor matriculación de vehículos eléctricos, que pasó del 19 al 23% en un año. Noruega, Suecia e Islandia tenían el mayor porcentaje de vehículos eléctricos en sus flotas de coches nuevos (89%, 58% y 56% respectivamente).
Anualmente se establecen objetivos de emisiones específicos para cada fabricante o grupo de fabricantes que se asocian con el objetivo de reducir emisiones, ese es el caso de Mazda, Subaru, Suzuki y Toyota. Estos objetivos se basan en la masa media de la flota de vehículos nuevos del fabricante o del grupo en un año determinado. Esto quiere decir que los fabricantes de coches más pesados, como autobuses y camiones, tienen objetivos de emisiones más elevados que los fabricantes de coches más ligeros. Los fabricantes que matriculen más de 300.000 unidades al año se pueden beneficiar de una excepción. En 2022, sólo una marca de las 91 consideradas no cumplió su objetivo, Bugatti. Un problema menor teniendo en cuenta su baja producción y su elevado precio.
Una vez superados los límites individuales fijados por Europa, las marcas tuvieron que pagar grandes sumas de dinero durante los primeros años. Volkswagen y el Grupo Jaguar-Land Rover estuvieron entre los que pagaron más multas. Los alemanes aseguran haber pagado más de 100 millones de euros por no alcanzar sus objetivos en 2020. JLR también comentó algo similar. Los ingleses pagaron 35 millones de libras esterlinas después de no cumplir con su meta por apenas 3 gramos por kilómetro. En 2022, tal y como recoge Automotive News Europe, el panorama fue bien diferente. Los objetivos se lograron con un amplio margen para la mayoría de las marcas.
El próximo gran descenso en los niveles de emisiones está contemplado en el periodo 2025-29, cuando el promedio de la flota será aproximadamente un 15% menor, una cifra general de 93,6 g CO2/km en el ciclo WLTP. Entre 2030 y 2034, la cifra será de 49,5 g CO2/km, una caída del 55 por ciento con respecto a 2021. Como todos sabemos, a partir de 2035, sólo se podrán vender vehículos de cero emisiones en la UE. Sin embargo, el mercado eléctrico se está frenando y es posible que Europa, a petición de las marcas, recalcule sus estimaciones. La continua reducción de emisiones puede frenarse este año. Las cifras preliminares del analista de mercado Dataforce para los primeros dos meses de 2024 mostraron que las ventas de vehículos eléctricos crecieron un 20% frente al 28% de todo 2023.