Un estudio de JD Power, realizado en Estados Unidos, ha querido comprobar la experiencia que supone ser conductor de un coche eléctrico en relación con el proceso de recarga. Si bien la mayoría de las cargas son vinculadas, en la vivienda o en el trabajo, el estudio se ha centrado en la carga pública, que está llamada a ser la base sobre la que se asiente la aceptación de la movilidad eléctrica. Y, una vez más, ha salido muy mal parada del estudio, en el que el único que se salva, una vez más, es Tesla.
La tecnología que se implementa en los coches eléctricos está elevando la calidad y la experiencia de los usuarios. Baterías más capaces, que admiten potencias de carga mucho mayores. Motores más eficientes que ofrecen una respuesta inmediata para los que les gusta sentir la potencia. Sistemas de control vectorial y control dinámico de la tracción para los que disfrutan de la conducción. Sin embargo, todo esto no sirve para nada si la infraestructura de recarga que permite disfrutar de los coches eléctricos no está a la altura de las circunstancias.
La infraestructura de recarga rápida es la responsable de permitir que con un coche eléctrico se pueda viajar en vacaciones o se pueda hacer una escapada de fin de semana. En definitiva, es la que convence a un comprador para hacerse con un coche eléctrico. En países como Noruega, mucho más avanzados en este aspecto, se reclama al gobierno una política decidida para desarrollar una infraestructura de recarga rápida eficiente y fiable. Esta es una de las peticiones que ha realizado la Asociación automovilística noruega, que afirma que la infraestructura de recarga insuficiente y peca de falta de usabilidad lo que está provocando que aproximadamente un tercio de los compradores se pregunten si su próximo coche será eléctrico.
La firma de investigación de mercado JD Power ha presentado "The U.S. Electric Vehicle Experience (EVX) Public Charging Study (EVX)", un estudio sobre la experiencia de uso de la red de recarga pública de coches eléctricos en los Estados. En él se analiza la satisfacción de los clientes tanto con la carga rápida (en corriente continua) como con la carga de oportunidad (nivel 2 en EE.UU, hasta 22 kW). Para valorar a cada operador se han valorado diez factores: facilidad de carga; velocidad (potencia), disponibilidad, precio, facilidad de pago, facilidad para encontrar la ubicación y disponibilidad de otras actividades mientras se espera, seguridad y limpieza.
La mayoría de los propietarios encuestados afirmaron estar satisfechos con la facilidad para recargar y con el sistema de pago, dos problemas que en los últimos años se han ido resolviendo con la implementación de aplicaciones para el móvil y acuerdos de roaming entre los diferentes gestores de carga.
Una vez más, entre los operadores de carga rápida, la red Supercargadores de Tesla ocupó el primer lugar en las valoraciones y también su red de carga de destino ocupó la primera posición en la recarga de oportunidad. La próxima apertura de esta red a todas las marcas de coches eléctricos pondrá a prueba la calidad del servicio. Volta, el servicio gratuito respaldado por anuncios, ocupó el segundo lugar, mientras que ChargePoint, que opera varias redes de recarga, ocupó el tercer lugar. Electrify America y EVgo aparecen clasificadas por debajo de la media.
La conclusión a la que llega el informe es, sin embargo y una vez más, preocupante. Se resume en tres palabras: "tiempo de inactividad". Según JD Power, los dos problemas que se encuentran con mayor frecuencia los propietarios de un coche eléctrico están relacionados con los cargadores que están fuera de servicio (58 %). Muy lejos, en segundo lugar (14 %), se encuentra el problema de los tiempos de espera para la recarga, bien por la ocupación del cargador, bien porque este no da la potencia suficiente.
Bajando a la experiencia detallada a nivel regional, son las regiones montañosas y las del Pacífico, donde la flota de vehículos eléctricos es mayor, las que obtienen un menor rendimiento de la red en cuanto a disponibilidad y correcto funcionamiento de los cargadores.
Los propietarios ven con mejores ojos pagar por la recarga rápida, que pagar por la recarga lenta en la que hay que esperar mucho tiempo. En estos casos, la carga gratuita, ofrecida a través de incentivos del fabricante o como resultado del modelo comercial de un operador, presenta una ventaja significativa , asegura JD Power.
Según el director senior de automoción de JD Power, Brent Gruber, es necesaria una inversión mucho mayor que la actual en este mercado si se quiere convencer a los más escépticos para que adquieran un vehículo eléctrico. "Los conductores no quieren esperar aunque haya que pagar por ello, quieren que la ubicación ofrezca algo que hacer mientras se carga el coche y que esta, si es lenta, sea gratuita", concluye.
Aunque el estudio está realizado en Estados Unidos, esta situación es extrapolable a Europa. Además de las quejas de la NAF en Noruega, el propio Herbert Diess, presidente del Grupo Volkswagen, arremetió hace unos días contra Ionity criticando que sus estaciones de carga no tengan baño, ni cafetería e incluso tengan cargadores fuera de servicio, a pesar del elevado precio de la recarga.