Cada vez son más las marcas chinas que deciden hacer las maletas y llegar a Europa con la intención de conquistar el mercado. Sobre la mesa hay muchos proyectos en marcha, pero sólo unos pocos se han consolidado en la región, considerado como el mercado más exigente del mundo. Si bien los coches eléctricos chinos han llamado la atención de muchos, todavía queda mucho camino por recorrer para que marcas como BYD, NIO, XPeng o MG se conviertan en una alternativa real. Si bien la calidad del producto no supone ningún problema, sí lo es el precio. Un estudio internacional desvela ahora cuánto tienen que reducir el precio las marcas chinas para atraer definitivamente a los conductores europeos.
El estudio sobre el impacto de las marcas automotrices chinas de Escalent se llevó a cabo en una muestra representativa del mercado europeo con un total de 1630 encuestados de entre 18 y 80 años poseedores de un coche principal de 2016 o más moderno y que planean comprarse un nuevo coche en un plazo máximo de cinco años. La encuesta ha contado con la participación de varios países, todos ellos con la misma representación de usuarios: Francia (326 participantes), Alemania (326 participantes), Italia (326 participantes), España (326 participantes) y el Reino Unido (326 participantes). La encuesta se realizó del 3 de octubre al 12 de noviembre de 2024. Las conclusiones son, cuanto menos, interesantes.
1 de cada 10 conductores se compraría un coche chino si fuese un 10% más barato
Si bien el estudio refleja que la atracción hacia las marcas chinas es cada vez mayor, los fabricantes europeos tradicionales pueden “seguir mirando por encima del hombro” a sus homólogos asiáticos. En particular, Escalent, advierte sobre la imagen que los conductores más jóvenes tienen sobre las incipientes marcas chinas. También hace especial hincapié en el factor económico. El precio es un motivador crítico para muchos conductores, que los convierte de "sesgados" a "compradores" con poco esfuerzo. Si las marcas chinas redujesen los precios de venta conseguirían atraer a muchos más clientes. La gran pregunta es, ¿cuánto deben bajar de precio?
Según el ya mencionado estudio, los 1.630 encuestados aseguran que las tarifas deberían reducirse un 27%. Aproximadamente un tercio de los entrevistados estaría interesado si la reducción fuese de entre el 11 y el 20%. Sólo uno de cada diez necesita ver recortados los precios un 10% para despertar su interés. Lo que está claro, así lo reflejan el 72% de los conductores encuestados, es que se espera que un coche chino sea considerablemente más barato que uno europeo para así resultar tentador. Sin embargo, los coches eléctricos chinos han dejado atrás su imagen de “copia barata” y actualmente se los considera tan innovadores como cualquier otra marca global. Un gran paso para su implantación masiva.
Escalent destaca que en países como España e Italia tienen una actitud más positiva con respecto a las marcas chinas. En nuestro país el factor económico es determinante a la hora de comprar un coche nuevo. Con la inflación en índices positivos y con sueldos que no se incrementan al mismo ritmo, los coches eléctricos están considerados como un artículo de lujo. El año pasado la cuota de mercado del coche eléctrico se situó, una vez más, por debajo del 6%. Nuestro país se sitúa en los puestos de cola de la Unión Europea en lo que a penetración del coche eléctrico se refiere. Se teme que este año las ventas caigan aún más teniendo en cuenta la discontinuidad del Plan MOVES III. Se baraja una posible subvención por parte de Europa para todos los países.