Los coches y el transporte público están avanzando a pasos agigantados hacia un futuro totalmente eléctrico. Dicho futuro se presenta más que interesante de cara a mantener a raya el nivel de polución de los vehículos, así como para la innovación tecnológica que esto ofrece. Para el año 2035 Europa prevé que circularán por sus carreteras más de 130 millones de coches eléctricos, algo que implicaría llevar a cabo un desembarco sin precedentes de puestos de recarga para estos. Según un informe de EY y Eurelectric, se necesitarán más de 65 millones de puestos adicionales para poder abastecer a todos estos vehículos.
Actualmente los gobiernos y las empresas de servicios públicos de transporte precisan de unos planes más ambiciosos al respecto, así como una reducción de la burocracia a la hora de llevar a cabo instalaciones masivas de cargadores de coches eléctricos en Europa. Según estima el informe anteriormente mencionado, el viejo continente precisará de un total 65 millones de cargadores, que se dividen en 9 millones de puntos públicos y 56 millones ubicados en entornos residenciales. A día de hoy se calcula que en Europa hay 3,3 millones de coches eléctricos, mientras que para el 2035 se estima que serán 130 millones.
Recordemos que para el año 2035 será el momento en el que en Europa se cierre el grifo a la fabricación de cualquier coche que tenga un bloque de combustión térmica, cerrándose definitivamente la puerta a este tipo de mecánicas y limitándose únicamente a las que presenten unos niveles de emisiones cero. Precisamente por este motivo es por el que la prisa apremia, pues de no estar todo completamente listo y desarrollado para dicho año, el sector podría verse claramente perjudicado.
Durante el pasado 2021 algo más del 10% de las ventas fueron protagonizadas por coches completamente eléctricos, unas cuotas de ventas un 63% por encima que el año 2020. Actualmente, Europa cuenta con 374.000 puntos de recarga públicos; dos tercios de este total se concentran en tan sólo cinco países: Países Bajos, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, mientras que otros países de la Unión no cuentan aún con un cargador por cada 100 kilómetros de carreteras. En este enorme escalón de desigualdad es donde el gobierno europeo pretende poner su acento, ya que esto podría suponer una "desestabilización" del futuro eléctrico que tanto se persigue.
Según ha publicado el medio Reuters, para mantenerse al día con la demanda y las necesidades del propio mercado automotriz, Europa debería instalar medio millón de puntos de recarga públicos de forma anual hasta el 2030 y seguidamente aumentar esa cifra hasta 1 millón de puestos. En una entrevista reciente, Kristian Ruby, secretario general de Eurelectric, aseguró que la construcción de infraestructura de carga pública hoy enfrenta retos masivos, debido principalmente a problemas de planificación y permisos.
El enorme aumento en las ventas de coches eléctricos en los próximos años elevará la demanda de electricidad en Europa en un 11% al año. Como método de mitigación del riesgo para redes locales, los autores del informe que previamente mencionamos, recomiendan adoptar soluciones de carga inteligente, como las tarifas nocturnas, evitando así las horas con mayores picos de demanda que suelen darse durante el día. Aún así, el Gobierno de Europa deberá comenzar a validar un plan por el que respalde el uso responsable de la energía, ya que si todos los propietarios de coches eléctricos recargan sus vehículos en horario nocturno, esto podría generar un colapso de la red eléctrica.