Cuando una herramienta o una nueva tecnología llega al mercado, resulta cara durante el inicio de su implantación. Con el paso del tiempo los precios decaen por el mayor volumen de producción, la mejora en técnicas de desarrollo y, también, por la presencia de competidores que obligan a ajustar los precios. A pesar del creciente coste del litio, las baterías de iones de litio llevan años reduciendo su precio, cada año un poco más, aunque ese hecho no se transfiere al precio de los coches eléctricos.
Al principio de su vida, las baterías de iones de litio resultaban raras y muy caras de producir. Apenas un puñado de coches en el mundo la montaban, y eso hacía de ellas el componente más caro de todo coche eléctrico. Según la DOE (Oficina de Tecnologías de Vehículos del Departamento de Energía de Estados Unidos), el paquete de baterías de litio ha reducido su precio en un 87% desde el año 2008.
Aunque los datos establecidos para 2021 todavía son provisionales, las tablas indican claramente un descenso progresivo desde el 2008. En la gráfica se puede apreciar el acelerado descenso entre el 2009 y el 2013, donde el precio descendió más de un 65%. Desde entonces han ido cayendo aún más, sin parar, aunque a un ritmo menor. Según las muchas teorías de expertos y analistas, el precio de las baterías de litio debería seguir cayendo, y de hecho hoy casi es posible bajar de la psicológica barrera de los 100 dólares por kWh.
Evolución del precio de las baterías de ion-litio.
Eso supone un impresionante descenso. En 2008 el precio por kWh útil era de aproximadamente 1.237 dólares. Hoy, en 2021, y todavía con datos estimados, el precio de kWh útil se ha reducido hasta los 157 dólares, 143 dólares por kWh bruto. Diversas compañías ya han asegurado que su intención es seguir abaratando el coste gracias a un incremento en la producción y a una mejora en los procesos productivos. General Motors, con sus baterías Ultium, espera poder ofrecer pilas por debajo de los 100 dólares por kWh.
Hay que tener en cuenta que cada día las baterías son más grandes. A principios de la década del 2010 un coche eléctrico de gran volumen como el Renault ZOE montaba una batería con 22 kWh de capacidad útil, hoy, el ZOE de mayor rango ha duplicado ese tamaño. De hecho, no es nada extraño encontrarse con vehículos con más de 100 kWh de batería. De haberse montado en 2008, sólo el precio de la batería habría sido de 123.700 dólares; hoy, teniendo en cuenta los datos estimativos de la DOE, el coste total estimado es de 15.700 dólares.
Obviamente todos estos datos son estimados. Los fabricantes son muy celosos con el precio de sus baterías. Es posible que incluso los costes de producción sean inferiores a los fijados por la DOE. El problema radica en que esa reducción en los precios no se ha dejado notar en el precio de los coches eléctricos, aunque también es cierto que las pilas cada vez son más grandes. Nuevas tecnologías están por llegar, algunas prometen batir la eficiencia de las baterías de iones de litio, pero lo que está claro es que cada vez serán más baratas de producir, y eso es algo muy positivo.