Expertos alertan sobre la ralentización del coche eléctrico en España y su futuro incierto

Más puntos de recarga, estrategias definidas, más políticas de apoyo, medidas fiscales o perfiles más adaptados a los nuevos cambios tecnológicos que demanda la movilidad eléctrica son algunas de las peticiones.

¿Vas a viajar con tu coche eléctrico o lo vas a dejar aparcado? No te pierdas nuestros consejos.
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31/05/2024 15:57
Actualizado a 31/05/2024 18:17

Si hace unos días eran los fabricantes y las asociaciones sectoriales quienes pedían a la Administración medidas urgentes para impulsar el coche eléctrico, ahora son los expertos académicos reunidos en un simposio celebrado en el Instituto Ingenio, los que alertan sobre la ralentización del sector y el peligro de estancamiento que eso puede acarrear.

Así lo anunció el Instituto Ingenio, Instituto Ingenio, centro valenciano mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), en un comunicado que lleva el explícito título de "El coche eléctrico pisa el freno". Más claro agua. Esa fue, al menos, la conclusión principal a la que llegaron los y las investigador@s del automóvil de México, España, Suiza y Norteamérica reunidos esta semana en la Ciudad Politécnica de la Innovación, parque científico de la UPV.

¿Es cierta esa ralentización? Si analizamos los números parece que sí. Tal y como recogen en el informe, "tras los decretos aprobados por la administración estatal entre 2021 y 2023, debería haber instalados en España 63.000 puntos de recarga, mientras que el país todavía cuenta tan solo con 32.000".

Y aún hay más, tal y como señala ANFAC en su barómetro de la movilidad, para 2025 necesitaríamos tener 95.000 y para 2030, 300.000. Un objetivo que se presume harto difícil. No en vano, en lo que va de 2024, aunque la infraestructura de carga ha subido un poco, sólo alcanza el 7,6% de media de penetración frente al 15,9% de media europea.

Las fábricas europeas de coches eléctricos chinos se multiplicarán en los próximos años.
La penetración del coche eléctrico en España alcanzó el 21,7%.

Con un dato así no es de extrañar que Andrea Ferloni, experto de la Universidad de Lausana e investigador postdoctoral en Ingenio, lamente la ausencia de estrategias de expansión de infraestructuras por parte de España, "frente a modelos como el de Ámsterdam, que ha apostado por la instalación de cargadores más lentos en cada barrio, o el de Londres, cuya política se ha encaminado a la instalación de estaciones grandes con cargadores más rápidos en las afueras de la ciudad". 

Pero no sólo eso, es que la penetración del coche eléctrico en nuestro país es muy inferior al del resto de la UE. En España, en 2023, según AEDIVE, se matricularon 76.347 vehículos eléctricos (entre coches, autobuses, motos, vehículos industriales y demás) y 62.838 coches híbridos enchufables en 2023, lo que da un total de 139.185, que, aunque es un 39% más que en 2022, supone una cuota de mercado de 12,2%, frente al 14,7 de media de la UE.

Volviendo a ANFAC, en lo que llevamos de 2024, aunque la penetración del vehículo electrificado en el primer trimestre de 2024 alcanzó el 21,7% sigue siendo menos de la mitad de la media de la UE de los 14, con el 45,9%, o poco más que el 40,5% de la media de la UE de los 27.

¿Cuáles son las causas de esta ralentización?

Según explican desde Ingenio, gran parte de esta ralentización viene provoda por la falta de un horizonte claro de la movilidad eléctrica y la ausencia de una estrategia política definida. Así lo señala al menos Bertha Vallejo, investigadora visitante de Ingenio, quien consiera que detrás de este frenazo al coche eléctrico estarían la "incertidumbre de las empresas automotrices y las administraciones públicas sobre la configuración futura del sector debido a la gran variedad de tecnologías emergentes, como la del vehículo autónomo, así como la consecuente reticencia de las administraciones a avanzar más rápidamente en la planificación urbana y la instalación de puestos de recarga".

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Los 32.000 puntos de carga actuales son insuficientes.

Desde Ingenio también alertan sobre los cambios internos que está sufriendo el sector de la automoción, con una nueva configuración que lo aleja de la estructura piramida tradicional. "Las grandes empresas matrices apuestan por un sistema de alianzas con compañías tecnológicas y proveedores, incluso fuera del mercado propio de la automoción, como pueden ser los comercios", señaló Jorge Carrillo, del Colegio de la Frontera Norte, centro de investigación público del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT) del Gobierno de México.

Ahora, tal y como señaló Carrillo, "hay muchísimos actores implicados" y la transición hacia el coche eléctrico "necesita de un conocimiento más en profundidad de las empresas propias del sector de la automoción sobre las nuevas tecnologías que han irrumpido en esta industria, como pueden ser el Big Data, el Internet de las cosas, la fabricación aditiva, entre otras", lo que obliga a un nuevo perfil de profesional vinculado al sector eléctrico, tal y como analizábamos recientemente.

En este búsqueda de nuevas habilidades y competencias profesionales que demanda el sector, juega un papel fundamental la mayor complejidad tecnológica que requiere el coche eléctrico, tal y como explicó Arturo Lara, afiliado a la Universidad Autónoma de México (UAM-Xochimilco): "Aunque requiere menos componentes, esconde una complejidad tecnológica multinivel cada vez más profunda relativa a la arquitectura del vehículo, sus subsistemas, módulos y componentes. No existe componente, proceso o función de los vehículos eléctricos que no involucre poderosos chips", explicó.

Trabajador Tesla
El coche eléctrico exige nuevas competencias y habilidades

Cambios en la cadena de valor

Junto a la ausencia de una estrategia política definida y una mayor complejidad tecnológica, desde el Instituo Ingenio alertan también de una mayor necesidad de apostra por los centros tecnológicos locales. Tal y como señaló, Jesús Lampón, investigador de la Universidad de Vigo,  "hace años todas las condiciones las ponía el fabricante. Ahora, el poder de decisión en la cadena de valor de la movilidad se reparte entre estos fabricantes y otras empresas que se han convertido en actores clave de la industria automovilística, como pueden ser Amazon o Google. En este sentido, considera que son necesarias "políticas públicas que apuesten por las empresas locales que trabajan en el coche autónomo como, por ejemplo, centros tecnológicos de índole regional", añadió.

Todo ello sin olvidar las medidas reclamadas por los fabricantes, asociaciones, ONGs y demás actores involucrados en la movilidad eléctrica como medidas fiscales que incentiven y apoyen la adopción de la movilidad eléctrica, nuevas medidas que flexibilicen y agilicen la concesión de licencias de actividad y apertura de nuevas infraestructuras de recargas o una política de subvenciones a la carga y a la compra de vehículos que realmente llegue al usuario final en tiempo y forma.

Sobre la firma
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Isabel García Méndez

Periodista y escritora, con una larga trayectoria vinculada al periodismo económico, la innovación, el emprendimiento y la gestión.