Como hienas a la sangre. La debilidad de una marca es la fortaleza de otra. Nissan está en serios problemas económicos. En lo que llevamos de año el fabricante japonés ha reducido sus beneficios en un 94%. Corre el peligro de entrar en pérdidas y, por lo tanto, en una fase crítica que puede terminar con la quiebra. Si bien están lejos de esa situación, ya son varios los candidatos que se han mostrado interesados en comprar la compañía. Si no entera al menos una parte de ella. Hay una que ha viajado hasta París para reunirse con Renault. Los franceses tienen un alto porcentaje de acciones.
Renault y Nissan son socios comerciales desde el año 1999. Franceses y japoneses unieron fuerzas para intentar abarcar un mayor mercado y, de paso, reducir los costes de desarrollo y producción. Durante 25 años la colaboración ha sido mutua, aunque tampoco ha estado exenta de problemas. Renault es el mayor accionista de Nissan, con una participación del 36% de la compañía. Un alto porcentaje que ha atraído la atención de varias empresas, no todas ellas ligadas al sector de la automoción. La última en entrar en escena es Foxconn, que si bien puede que no lo conozcas, es una de las empresas más importantes del mundo.
Varios frentes abiertos en los que Renault juega un papel destacado
Foxconn es la encargada de fabricar muchos de los dispositivos móviles de Apple, entre ellos el iPhone y el iPad. Fundada en el año 1974 en Taiwán, la compañía se ha centrado en el área tecnológica hasta situarse como una de las más importantes compañías. Posee varias filiales, entre las que se encuentran Sharp y Foxtron, la división de automóviles fundada en 2020. A lo largo de estos años, Foxtron ha generado un interés que más tarde no ha sido concretado. En 2021 presentaron a todo el mundo una colección de tres coches apoyados sobre una estructura de código abierto con la que esperaban conquistar el mundo.
El año pasado llegaron a reconocer que sus aspiraciones reales eran las de fabricar la mitad de los coches eléctricos del mundo, aunque por el momento no han ensamblado ni uno sólo. A pesar de ello, Foxtron, a través de Foxconn, tiene tanto dinero para gastar como potencial. Tal y como recogen fuentes familiarizadas, uno de los altos ejecutivos de la compañía taiwanesa ha volado hasta París para reunirse con Renault. Jun Seki, un ex ejecutivo de Nissan que ahora dirige el negocio de vehículos eléctricos de Foxconn, quiere comprarle a los franceses, si no todas, al menos una buena parte de sus acciones para así poder entrar de lleno en la industria del automóvil de la mano de una de sus marcas más importantes. Ninguna de las partes implicadas ha querido hacer comentarios al respecto.
La situación es bastante crítica. Nissan tiene que ahorrar, piensa reducir la producción y despedir a miles de sus trabajadores a escala mundial. Mientras tanto, esta misma semana, hemos podido saber que Nissan y Honda están en conversaciones para fusionarse. Una forma de salvar la empresa y, de paso, crear uno de los mayores conglomerados automovilísticos del mundo. Nada concreto se sabe al respecto, pero los rumores apuntan a la creación de una empresa conjunta que podría situarse a la altura de las grandes compañías del mundo. Los acuerdos entre empresas japonesas es bastante corriente, pero en este caso no hablamos de una colaboración sino de una fusión. Términos bien diferentes.