La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha insistido a la Comisión Europea en la necesidad de retrasar seis o más meses la entrada en vigor de los nuevos requisitos relacionados con los criterios medioambientales, debido a que la caída en las ventas ha aumentado el stock de vehículos que no cumplirán con estos estándares.
En concreto, el sector cifra en 600.000 las unidades ya producidas y listas para vender que no cuentan con el estándar Euro 6 para turismos y vehículos comerciales que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2022, así como otras 40.000 unidades de camiones y ambulancias, cuyos nuevos estándares entrarán en vigor el 1 de septiembre.
Sin embargo, dado el efecto que ha tenido la crisis del coronavirus en el sector, los fabricantes no creen que vayan a vender todos estos vehículos antes de que se acabe el plazo para ello, sino que, por el contrario, seguirán acumulándose.
«Sin el aplazamiento de estas fechas, los fabricantes tendrán que elegir entre almacenar los vehículos recién producidos hasta que se complete el proceso de aprobación o detener -incluso no reiniciar- la producción de estos vehículos», lo que tendría un efecto negativo en el empleo, advierte ACEA.
El Gobierno chino ya ha pospuesto recientemente la entrada en vigor de los nuevos requisitos, mientras que el gobierno japonés también ha decidido retrasar la fecha para cambiar los nuevos estándares de emisiones de CO2.
Además, según la asociación, el aplazamiento propuesto de seis meses para la Unión Europea no tendría ningún impacto en el nivel de emisiones de los vehículos o en la calidad del aire, ya que solo significará que los vehículos no estén equipados con un medidor de consumo de combustible.
«Personalmente, creo que el aplazamiento temporal de las fechas de aplicación de las próximas normas de seguridad sería una respuesta objetivamente justificada, proporcionada y pragmática a una situación desafortunada en la que la industria automotriz europea se encuentra por razones que están fuera de su control», señala el presidente de la asociación y consejero delegado de Fiat Chrysler Automobiles, Mike Manley, en una carta dirigida al comisario europeo de Mercado Interior e Industria, Thierry Breton.