El Tesla Roadster de nueva generación se sigue retrasando, a pesar de que el prototipo de 2017 se había prometido para tres años después, y luego, temporada tras temporada, Elon Musk siguió con una serie de excusas, que hasta ahora dejan las primeras entregas para principios de 2025.
Va a ser una etapa vital mucho más espectacular de lo que por entonces fue el nacimiento del Roadster. El deportivo 100% eléctrico del fabricante norteamericano se lanzó en 2010 y su producción se mantuvo entre 2008 y 2012.
Precisamente, en 2012 fue cuando se compró el Tesla Roadster Sport con el número de serie #1124, el que se utilizó como base de un paquete de mejoras para el automóvil, que nunca llegó a ofrecerse a los clientes.
Esta unidad en concreto vio implicada en un accidente, tras el que volvería a manos de Tesla, que se encargó de ponerlo a punto de nuevo, ya que había sufrido importantes daños.
El por entonces vicepresidente de Servicio de la compañía norteamericana, Joos de Vries, propuso trabajar en un paquete de rendimiento especial, como parte de un programa de postventa para los clientes de Tesla Roadster.
La idea era colocar una serie de componentes de mayor calidad y prestaciones al vehículo eléctrico, y venderlo en torno a los 30.000 dólares, unos 28.000 euros al cambio, a aquellos que quisieran mejorar el rendimiento del deportivo. Hacerse con uno de estos coches, ya de primeras suponía pagar alrededor de 100.000 euros, y lo poco que se ve de segunda mano se ha revalorizado.
Este proyecto único, que podemos definir como un prototipo, iba a tomar el nombre oficial de Tesla Roadster RR o Tesla Roadster E-Sport cuando viera la luz, como carta de presentación del paquete de mejoras, pero la realidad es que nunca fue así.
De Vries acabó quedándose con el prototipo, hasta que en 2022 pasó a manos de Carl Medlock y Jamison Cummings, que también son viejos conocidos de Tesla. Cuando se desarrolló el Roadster original, Carl era el gerente del Centro de Servicio de Tesla en Seatle, y Cummings el jefe técnico de la compañía.
Son ellos los que tienen a la venta esta exclusiva unidad, que monta frenos de altas prestaciones Tarox, un sistema de ABS específico de Continental, un diferencial de deslizamiento limitado Hollinger, suspensión deportiva Bilstein Performance con tarado especial, una carrocería de carbono y algunos detalles más que lo hacen tan valioso.
El paquete de baterías de este Tesla Roadster, por su parte, fue sustituido una vez que el original perdió sus capacidades. Lo que se hizo fue utilizar el paquete de 80 kWh, desarrollado en 2014, frente al de 53 kWh con el que se compró. Así puede mejorar la autonomía para pasar de unos 400 kilómetros a los hasta 650 kilómetros que puede recorrer con la más grande.
No se sabe el precio que piden por el automóvil, pero sí que se indica que con la nueva batería sólo se han recorrido 160 kilómetros y que el Roadster en cuestión sólo marca 50.855 kilómetros en el odómetro.
A quien lo quiera no le va a salir precisamente barato, como tampoco lo va a ser el nuevo Tesla Roadster.