Polestar ha sabido hacerse un hueco entre los nuevos fabricantes de coches eléctricos, con un producto diferencial con una importante seña de personalidad. El Polestar 1 llegó, en edición limitada, como un híbrido enchufable fuera de lo común por su formato cupé y su autonomía eléctrica fuera de lo habitual (150 km). El Polestar 2, ya 100% eléctrico, mezcla rasgos SUV con rasgos de berlina y con prestaciones de deportivo, para ser un coche familiar y divertido. Por último, el Polestar 3 es un SUV que marca un nuevo lenguaje de diseño de la marca para distinguirlo definitivamente de su matriz, Volvo.
Para los diseñadores de Polestar, el 4 suponía otro reto en el diseño. Querían mantener una figura muy estilizada, conservando las soluciones estéticas de los SUV, pero con una apuesta por la aerodinámica y la eficiencia que complicaban, sobre todo, la parte trasera. Hace un año, salían a la luz unas imágenes del que sería en un futuro el Polestar 5, una berlina eléctrica de cuatro puertas, de carácter deportivo, que llegaría en 2024 y que incluía una particularidad en la parte trasera, ya mostrada en el Polestar Precept, que ahora pasa a ser la señal de personalidad del Polestar 4. Prescindirá por completo del ventanal trasero y sustituirá la visión que este ofrece hacia la zaga mediante una cámara que hará las veces de espejo retrovisor.
Una experiencia diferente a bordo del Polestar 4
El conductor contará con una pantalla de alta definición incrustada en un espejo retrovisor que muestra la transmisión en tiempo real de lo que ve la cámara trasera montada en el techo. Esa transmisión se puede desactivar para que el conductor, esta vez sí a través de un espejo real, pueda ver lo que ocurre en la fila trasera.
Según ha asegurado Thomas Ingenlath, CEO de la marca, quitar por completo la ventana trasera no va en perjuicio de la seguridad sino que el sistema que lo sustituye la aumenta.
Al eliminar del campo de visión elementos que podrían entorpecerla, la cámara ofrecerá una ayuda adicional. Además, amplía el campo de visión del conductor gracias a su formato panorámico y aumenta la visibilidad por la noche. “Quitar la ventana trasera es una mejora funcional increíble”, aseguró Ingenlath. "Por la noche, no solo ves dos pequeños puntos en el espejo retrovisor, ves mucho más. Y también puedes ver a tus hijos allí atrás con solo presionar un botón".
Por otra parte, eliminar la ventana trasera del Polestar 4 también tiene consecuencias estructurales a nivel de chasis ya que aumenta la rigidez torsional y elimina peso. Y no solo eso. Permite que el techo panorámico se extienda más allá de las cabezas de los ocupantes traseros, quienes pueden reclinar sus asientos y disfrutar de las vistas. Este techo de vidrio, de serie, cuenta con un sistema electrocrómico opcional que permite que el vidrio se vuelva opaco o transparente, según el estado de ánimo de los ocupantes.