La historia de Faraday Future es digna de película o de ser contada en un libro. La compañía fundada en Los Ángeles ha pasado por todas las fases posibles de un ciclo de vida comercial. Desde llamar la atención en sus primeras etapas hasta casi desaparecer por culpa de innumerables deudas. A pesar de las dificultades, la empresa no se rinde y sigue adelante. Ahora, tras un año sin dar señales de vida, Faraday Future vuelve a escena con importantes anuncios, una economía más estable y nuevos puentes que miran a China con la intención de buscar una nueva, y quien sabe si última, salida.
En 2014 Alan Cherry, Tom Wessner y Richard Kim fundaron Faraday Future. En los albores del mercado eléctrico la compañía arrancó con el apoyo financiero del multimillonario chino Jian Yueting, dirigiendo toda su atención al segmento del lujo. Poco tiempo después, en noviembre de 2015, aseguraron la inversión de 1.000 millones de dólares en su fábrica de Las Vegas, Nevada. No fue hasta 2017 cuando se presentó en sociedad el FF 91, el primer coche de la compañía aunque poco después empezaron los primeros problemas financieros. A principios de 2018 afirmaron haber recibido una inyección de capital de 810 millones de euros con la que poder llevar al FF 91 a la línea de meta a finales de ese año.
Nacerá una segunda marca destinada al mercado masivo de coches eléctricos
Ni qué decir tiene que esa fecha no acabó dándose. Las facturas no hacían más que crecer y muchos, por no decir todos, dudaron sobre la viabilidad del proyecto. A pesar de cambiar su sede a China, tras una nueva inyección monetaria, la crisis inmobiliaria china volvió a dinamitar el proyecto, lo que supuso repetidos cambios en la dirección. El último en hacerse con los mandos de la compañía ha sido Matthias Aydt, el mismo que acaba de anunciar un nuevo rumbo para la empresa tras volver a cumplir las normas de cotización exigidas por Nasdaq. Faraday Future cumple los requisitos para volver a cotizar en la bolsa de valores del parqué tecnológico de Nueva York.
Esto debería dar un empujón a la empresa para una nueva ronda de financiación, aunque la empresa sigue mostrando pérdidas significativas. Durante el primer trimestre del año, Faraday Future ha registrado pérdidas operativas de 43,6 millones de dólares y un valor contable positivo de 201,5 millones de dólares al cierre del primer tercio del año. Siguen siendo datos negativos, pero mejores a los registrados durante el curso anterior. Esta mayor estabilidad financiera les permitirá poder aumentar la producción y las entregas. Hace ya un año que entregaron el primero de sus coches con un precio de venta de 309.000 dólares. Se desconoce cuántas unidades se han entregado.
A pesar de contar con fuertes lazos en China, Faraday Future ha presentado una nueva estrategia que tiende puentes con Asia. Se vislumbra la aparición de una segunda marca enfocada al mercado generalista mediante la colaboración con fabricantes chinos, ya sean proveedores de componentes o fabricantes de vehículos. FF se compromete a mejorar dichos equipamientos y componentes tras aplicar su patentada tecnología de Inteligencia Artificial y software para vehículos. Dicha estrategia les permitirá crear una propuesta de valor convincente para el mercado de coches eléctricos apoyados en la IA. Esta es la enésima vez que Faraday Future busca soluciones para seguir con vida.