Durante años los máximos responsables de Faraday Future han vendido su coche eléctrico como un proyecto que ya casi estaba haciéndose realidad. Un coche eléctrico, el Faraday Future FF91, que se retrasa una vez más por problemas económicos. La enésima crisis de un modelo que estaba llamado a revolucionar la industria y que iba a situarse entre los más vendidos.
Pero nada más lejos de la realidad. Llevamos años escuchando grandes promesas y esperanzadores datos, pero la cruda realidad dista mucho de la fantástica teoría. Fundada en 2014, la compañía Faraday Future rápidamente se convirtió en una de las más prometedoras startup americanas. Prometiendo una inversión de 1.000 millones de dólares, los socios colaboradores han pasado y han salido por las oficinas de la compañía tan rápido como la prometida velocidad del FF91.
Los engaños y los datos opacos han sido la tónica general del desarrollo del coche eléctrico. En más de una ocasión se ha repetido el supuesto éxito que al final no ha sido. Faraday Future llegó a proclamar a los cuatro vientos sus más de 14.000 reservas por un coche que todavía estaba lejos de emprender su vida. Finalmente la compañía tuvo que desmontar tales cifras, aunque lo peor estaba por venir. Meses después afirmaron que tan sólo habían recibido 401 peticiones por el coche en los cinco años que lleva el proyecto en marcha.
Y es que ese es uno de los problemas actuales y eternos de la compañía, la falta de interés, tanto por parte de los clientes como por parte de los socios. A Faraday Future le falta liquidez para llevar a cabo la producción del FF91. Con apenas medio millar de trabajadores en nómina, las deudas se acumulan encima de la mesa. Acreedores que no le permiten emprender la tan esperada marcha. Sin cobrar las piezas no se entregan y si no se entregan no se puede alimentar la línea de producción. Un círculo vicioso que tiene una única salida.
Lo peor de todo es que cada vez estábamos más cerca de ver al Faraday Future FF91 rodar por las calles. Hace apenas unos meses la compañía anunciaba la producción de la primera unidad, una unidad preserie que pudimos ver rodar en redes sociales y que dio alas durante un breve periodo de tiempo. Los americanos necesitan liquidez, dinero contante y sonante con el cual cubrir sus operaciones lo que queda de año, totalmente contrario a lo que anunciaron hace unos meses.
Las cifras no son nada discretas. Faraday Future reconoce que le hacen falta nada más y nada menos 325 millones de dólares para poder arrancar una vez más. A mediados de este mes, en una junta de accionistas, se presentó a una ayuda de 100 millones de dólares, pero con una condición. Esa condición no era otra que cesar de su puesto a uno de los altos cargos de la compañía, algo que no ha debido ocurrir ya que la oferta parece haber "caducado". Veremos finalmente en qué acaba todo y si la compañía consigue finalmente salir adelante, una vez más.