La historia de Faraday Future (FF) es complicada. Hace poco más de un año, la startup californiana presentó el FF91, un vehículo eléctrico al que muchos bautizaron como el 'Tesla Killer', por ofrecer grandes prestaciones, se habló de 1.050 CV, y autonomías nunca vistas en el sector de hasta 700 kilómetros. 2018 era el año clave para FF, que pretendía lanzar el modelo al mercado y dejar que los 2,39 segundos que debía tardar en alcanzar los 100 km/h y sus capacidades autónomas hicieran el resto y convirtieran a la marca en un nuevo referente.
Sin embargo, no había pasado medio año tras la presentación del FF91 que la marca y su proyecto empezó a peligrar cuando ejecutivos muy importantes empezaron a irse. Alan Cherry, del comité fundador y extrabajador de Tesla de 2008 a 2012, Marco Mattiacci, jefe de marca, y Joerg Sommer, vicepresidente de marketing de producto y crecimiento, dejaron la compañía. Poco después, para empeorar la situación, Stefan Krause, exjefe de vehículos eléctricos de BMW, y Ulrich Kranz, otro ejecutivo importante, abandonaron FF para fundar su propia startup. Además, no se fueron solos, sino que convencieron a parte del equipo de la marca para abandonar e irse con ellos.
Cuando Krause dejó FF para iniciar su propia startup, Electrek publicó que, según fuentes, obtuvo el dinero para financiar el proyecto a partir de negociaciones que tenía abiertas con inversores que, en un principio iban a apostar por FF pero que, por culpa de distintas causas, no habían funcionado con la empresa norteamericana.
El rescate de Faraday Future
Pese a que FF parecía condenada a morir, la compañía anunció una inversión de 810 millones de euros a principio de año y, ahora, ha revelado que ha cerrado un acuerdo de financiación por valor de 2.000 millones de dólares que podría salvarla. Jia Yueting, CEO de Faraday Future y responsable de que las negociaciones anteriores no salieran bien, ha conseguido cerrar este acuerdo.
Yueting, que antes era el accionista mayoritario de FF, ha perdido su estatus con la nueva inversión pero ha conseguido también mantenerse como CEO de la compañía. El ejecutivo chino ha conseguido que la empresa Evergrande Health, también china, invierta en una startup que, aunque fue fundada en California, arrancó gracias a capital chino. Según la empresa, el trato estaba cerrado desde hace tiempo pero estaban esperando la aprobación de la operación por parte del Comité de Inversiones extranjeras de los Estados Unidos (CFIUS).
Después de la inversión de 2.000 millones de dólares de la empresa de Hong-Kong, Evergrande Health pasará a controlar la startup con un 45% de las acciones, Jia Yueting quedará en un segundo plano con un 33% y el equipo de trabajadores de FF controlará un 22%.
El objetivo principal de Faraday Future, según ha confirmado la misma empresa, será finalizar el desarrollo del FF91 y empezar a producirlo para poder lanzarlo en los mercados chino y estadounidense. Además, la empresa prevé que esta inversión les ayudará a crecer como marca y expandirse mundialmente.