Sólo se fabricarán 999 unidades del Aston Martin Valhalla. Y la marca británica reconoce que este super coche híbrido enchufable se ha visto “significativamente beneficiado” del conocimiento de su equipo de F1, con la escudería colaborando directamente en el desarrollo del Valhalla.
Por lo que estamos seguros que Fernando Alonso ha ayudado a poner a punto a este deportivo y ha tenido algo que decir al respecto.
Un Aston Martin híbrido enchufable sobre base Mercedes-AMG
El Aston Martin Valhalla toma como base para su mecánica el motor V8 de 4.0 biturbo de origen Mercedes-AMGque ya montan otros modelos de la marca británica. Situado en posición central y detrás del habitáculo, eroga 828 CV de potencia a 7.200 rpm y va asociado a otros tres motores eléctricos que aportan 251 CV adicionales.
El primero de estos tres motores eléctricos se integra en la transmisión automática de doble embrague DCT y de 8 velocidades y, junto con el motor de gasolina, entrega su potencia al tren trasero. Por su parte, los dos motores restantes van montados en el eje delantero e incluyen la tecnología de vectorización de par.
Gracias a estos tres motores eléctricos, que son los encargados de aportar un extra de potencia el vehículo o funcionar por sí sólos -lo que ocurre cuando se engrana la marcha atrás de este vehículo-, el Aston Martin Valhalla es el primer coche de la marca que puede desplazarse completamente en modo eléctrico. En concreto, lo puede hacer a lo largo de 14 km y a una velocidad máxima de 130 km/h.
Pero lo más significativo se desata cuando alguien -por ejemplo, Fernando Alonso- pisa el acelerador a fondo. Entonces, los 1.079 CV de potencia del Valhalla son capaces de acelerar el coche de 0 a 100 km/h en sólo 2,5 segundos y de lanzarlo hasta los 350 km/h.
Y esto no sería posible de no ser por el impresionante paquete aerodinámico activo del vehículo, que comienza por el imponente alerón trasero, que se despliega por completo cuando seleccionamos el modo Race; el más puro de los cuatro programas de conducción disponibles, que se completan con el EV, Sport y Sport Plus.
Pero para garantizar una conducción segura, el Aston Martin Valhalla también cuenta con un gran faldón aerodinámico delantero, que se extiende para lograr una carga aerodinámica de 600 kilogramos que se mantiene desde los 240 hasta los 350 km/h.
Y eso por no hablar del brutal equipo de frenos que monta este híbrido enchufable. Las pinzas delanteras de seis pistones muerden discos carbonocerámicos de 410 mm de diámetro, los más grandes jamás montados por un Aston Martin de producción en serie, mientras que el eje posterior tampoco se queda corto, con pinzas de cuatro pistones y discos -de nuevo carbonocerámicos, de 390 mm de diámetro.
Dichos frenos van montados en llantas de 20 pulgadas en el tren delantero y de 21 en el posterior. Eso sí, todas calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 específicamente desarrollados para este Valhalla.
El Aston Martin Valhalla lleva siendo desarrollado desde hace cinco años, cuando se presentó el prototipo Aston Martin AM-RB003. Y, desde lo que se pretendía entonces, algunas cosas han cambiado… a mejor.
Cierto es que el peso del coche, que en principio se quería mantener en torno a 1.350 kg, ha aumentado a 1.655 kilogramos -un peso que no está mal para un híbrido enchufable de cuatro motores- y que se ha logrado usando un bastidor monocasco fabricado en carbono y un subchasis realizado en aluminio. Pero, a cambio, la potencia ha aumentado un 8% respecto a los 1.000 CV a los que se aspiraba entonces.
Un interior no exento de ciertas comodidades
Aunque Aston Martin no ha dado a conocer oficialmente el precio de este coche del que, recordemos, sólo se fabricarán 999 unidades -y estamos seguros que Fernando Alonso ya ha reservado la suya-, medios británicos citan un precio de salida de 850.000 libras esterlinas, el equivalente a 1.030.600 euros.
Por ese precio, el interior del Valhalla, en realidad una cabina biplaza, incluye un volante de silueta casi rectangular y un par de pantallas multimedia. Una, de 10,25 pulgadas, funciona a modo de cockpit digital que ofrece, de un vistazo, toda la información del vehículo.
Y, la segunda, de 12,3 pulgadas y similar a la de un coche ‘civilizado’, con un sistema de audio con conectividad con Apple CarPlay y Android Auto o que muestra la necesaria cámara de visión trasera.
Como otras muestras de civilización, en el Valhalla, Aston Martin ha incluido control de velocidad activo, un climatizador bizona, faros Led adaptativos, e incluso ayudas a la conducción, como un sistema de frenada de emergencia, alerta de colisión frontal o aviso de vehículos en los ángulos muertos.