Lo que era un secreto a voces ya es una realidad: Ferrari tendrá un SUV híbrido. Así lo ha confirmado Louis Camilleri, CEO de los de Maranello desde que Sergio Marchionne falleciera este verano, quien asegura que lo llamará FUV (Ferrari utility vehicle) porque, según sus palabras, "aborrece" escuchar la palabra SUV en la misma frase que Ferrari. "SUV no le sienta bien a Ferrari". Así habla Camilleri de un coche que, dijo, "redefinirá las expectativas".
Este martes, el nuevo CEO de Ferrari presentaba su nuevo plan estratégico, que contempla la producción de 15 nuevos modelos para la marca y su primer SUV, que no llegará hasta 2022 y se llamará Purosangue (Purasangre). Este plan, una evolución de los objetivos que tenía Marchionne para el mismo año, buscará doblar los beneficios de una marca que lleva creciendo cuatro años sin perder ni un ápice de su exclusividad e introducir la electrificación en sus vehículos. Mientras el anterior CEO sacó a Ferrari del Grupo FCA y aumentó su producción, Camilleri lanzará 15 nuevos coches, algunos de ellos, como el Monza SP1, en ediciones limitadas y muy caras. Entre los nuevos lanzamientos estará el Purosangue, un crossover híbrido que competirá directamente con coches como el Lamborghini Urus.
Más caros, híbridos y la llegada del SUV
El segmento SUV está dominando casi todos los mercados y ni siquiera Lamborghini pudo escapar de la tentación de lanzar el Urus, el más potente del mundo. Aunque tanto Marchionne como Camilleri dijeron en su día que jamás habría un SUV de la marca italiana, ni siquiera Ferrari ha podido esquivar el fenómeno. Eso sí, el actual CEO asegura que "viendo el precioso diseño y sus características, soy un gran entusiasta del modelo".
Se conoce poco del Purosangue de momento, más allá de que se basará en una plataforma que ofrecerá una posición del motor delantero-central, entre el eje delantero y el habitáculo, una de las dos arquitecturas que utilizarán todos los Ferrari en el futuro, y que será híbrido. De hecho, Camilleri dijo que espera que el 60% de todos los nuevos 'Cavallinos' vendidos en 2022 sean híbridos.
Ediciones limitadas y caras
El objetivo principal del plan de la marca es embolsarse, en 2022, 5.000 millones de euros, aumentando su facturación respecto a los 3.417 millones del pasado 2017, y conseguir así unos beneficios de 2.000 millones de euros. Para hacer realidad este objetivo sin aumentar más la producción ni lanzar vehículos más baratos, dos prácticas que harían peligrar su exclusividad, Ferrari plantea la creación de varios modelos limitados a precios muy elevados.
Louis Camilleri (centro), el nuevo CEO de Ferrari.
El primer ejemplo es el Monza SP1, un monoplaza basado en 812 Superfast que recuerda a los coches de carreras de la década de los 50. Esta fórmula permitirá a la marca aumentar sus beneficios por unidad vendida, que ya son los más altos de la industria, sin perder la exclusividad inherente en su esencia. Obviamente, los de Maranello no renunciarán a modelos estándar, como el Purosangue, que acompañen a las ediciones especiales en su oferta. Enrico Galliera, el jefe de marketing de ventas de Ferrari, declaró en la presentación del plan que, con los 15 nuevos lanzamientos, el precio medio de sus coches subirá "significativamente". Además, también se anunció la introducción de motores V6, más pequeños que los tradicionales V8 y V12 de la firma italiana, que podrían ser los propulsores apoyados por motores eléctricos en sus vehículos híbridos, aunque no hay nada confirmado.
El Purosangue podría ser la clave, además, de Ferrari para entrar en China si consiguen un vehículo cómodo y de amplio habitáculo porque su fórmula de altas prestaciones y exclusividad no convence en el mercado más grande del mundo. De momento, cuando aterrice en el mercado, el SUV –o FUV– se las verá con el Urus de sus rivales de Sant'Agata Bolognese, con el Rolls-Royce Cullinan y con el Bentley Bentayga como principales rivales. Sin embargo, Camilleri ya adelantó a los inversores que no ve, en ninguno de esos coches, un "punto de referencia competitivo".