A pesar del revuelo causado por los combustibles sintéticos en los últimos meses, que algunos consideran como una vía de escape para que los fabricantes de coches deportivos de prestigio sigan produciendo vehículos a base de gasolina, Ferrari también ha entendido la realidad y ha declarado abiertamente su intención de desarrollar y producir coches eléctricos alimentados por baterías. Y no estamos hablando de un horizonte lejano, sino de un plazo mucho más inminente.
Ferrari ha presentado un ambicioso plan estratégico que abarca hasta el año 2026 en el que apuesta por la electrificación. Para ese año, aproximadamente el 60% de su oferta de venta se distribuirá entre coches 100% eléctricos e híbridos; 15 nuevos modelos entre los años 2023 y 2026, con un posicionamiento único y dirigidos a una base de clientes específica.
Un centro de baterías de última generación
La marca anunció la construcción de un nuevo edificio dedicado a la fabricación de motores eléctricos, inversores de potencia y paquetes de baterías y ahora inaugura un laboratorio de investigación de celdas electroquímicas, E-cells Lab, ubicado dentro de la Universidad de Bolonia (Italia), que operará bajo la dirección científica de la institución.
Su objetivo es construir conocimiento sobre los materiales y las propiedades químicas y físicas de las celdas de litio utilizadas por los vehículos eléctricos. La compañía explica que las aplicaciones desarrolladas en el laboratorio serán compartidas con la empresa de electrónica NXP, socia tecnológica y colaboradora del proyecto.
Esta colaboración entre diferentes organizaciones, que en el futuro podría extenderse a nuevas empresas, "será de vital importancia para ampliar el alcance y el valor de la actividad de investigación", añade. Asimismo, Ferrari señala que este proyecto se lleva a cabo gracias a la colaboración con la Universidad de Bolonia, con la que se ha habilitado un espacio de colaboración con equipos para realizar análisis avanzados.
En concreto, este laboratorio consta de dos áreas, una dedicada a la preparación de materiales electroquímicos, y la segunda a análisis, pruebas y determinación de las características de los propios materiales.
El fabricante explica que se pondrá un énfasis particular en las baterías sólidas, la carga rápida, el control de la temperatura de carga, la seguridad y el rendimiento. Los resultados ayudarán a Ferrari a desarrollar "un lenguaje común con sus proveedores de celdas, con el objetivo de optimizar el rendimiento de las baterías que se ensamblarán en las plantas de Maranello".
Ferrari también detalla que ha promovido y respaldado el laboratorio a través del intercambio de conocimientos con la universidad y sus socios y añade que cree "firmemente en el gran valor que el proyecto tiene para la zona local y, en particular, para el segmento de la automoción".
Este centro de investigación podría al mismo tiempo acelerar los esfuerzos del director ejecutivo de Ferrari, Benedetto Vigna, para llevar a la marca a la electrificación. La empresa planea presentar su primer automóvil totalmente eléctrico en el cuarto trimestre del próximo año. "El E-Cells Lab representa un comienzo emocionante y demuestra nuestro compromiso con la educación y la investigación.
El proyecto también refleja la importancia que la convergencia entre el mundo académico y empresarial siempre ha tenido para nosotros", afirma Vigna. El directivo de Ferrari añade que este proyecto "hará una importante contribución a los estudios en el campo de la electroquímica, generando innovación en nuestra área local y construyendo las habilidades del futuro".