En estos últimos compases las baterías de LFP, de litio-ferrofosfato, han sido una alternativa muy real a las más comunes baterías de iones de litio que emplean la gran mayoría de coches eléctricos del mundo. Sin embargo, la evolución en la tecnología ha permitido equiparar sus cualidades, o al menos hacerlas tan inapreciables como para compensar la pérdida de densidad. Ante esta situación, Ford ha abierto la puerta al uso de baterías LFP para sus eléctricos, tal y como ellos mismos han dejado patente.
Durante la última junta para presentar los resultados económicos del primer trimestre del año, el CEO de Ford, Jim Farley, fue preguntado sobre las baterías LFP, y la respuesta fue: "Hemos estado trabajando en baterías LFP durante bastante tiempo, así que de dejémoslo así. Lo que quiero decir con eso es que diseñar soluciones LFP en nuestros eléctricos de primera generación es algo que vemos como una gran oportunidad para avanzar rápidamente".
Es decir, que Ford ha desarrollado baterías LFP lo suficientemente avanzadas como para poder usarlas en coches eléctricos. No solo en los futuros, sino también en los que ya están en la gama. Eso supondría que el Ford Mustang Mach-e y el Ford F-150 Ligthning ya estarían en disposición de emplear módulos de baterías diferentes a las actuales. Al menos en algunas versiones de acceso, algo que ya hacen otros fabricantes como la propia Tesla.
Hace unas semanas, Elon Musk anunció que casi la mitad de los Tesla Model Y que circulan por el mundo emplean una estructura de batería LFP. Durante años esta opción ha estado descartada dado una reducción en la densidad de la pila, lo que provoca un menor rendimiento y una pérdida de autonomía. Sin embargo, la dificultad para adquirir materiales como el níquel o el cadmio, además de sus precios, ha hecho que muchos fabricantes vean con buenos ojos el uso de las baterías de litio-ferrofosfato.
De llegar a producirse la integración de un nuevo formato de baterías en la gama eléctrica de Ford, todo apunta a que serían las versiones de acceso las que recibirían las baterías LFP. En modelos más prestacionales como el Mustang Mach-e GT o las versiones más poderosas de la F-150 Lightning se seguirían aplicando las actuales baterías de iones de litio. Gracias a ello se podría reducir el precio de acceso a la gama eléctrica, algo que aliviará a muchos clientes que han visto como en los últimos días la cotización del Mustang Mach-e se ha disparado.
Tal es la situación del mercado, por precio y suministro, que en los próximos meses veremos más cambios como el que Ford está planteando hacer. A diferencia de años anteriores, el precio de las baterías ha vuelto a ascender en el último curso. La pandemia, los conflictos de Europa y la dificultad que atraviesan los mercados ha roto la tendencia bajista de las baterías. Gigantes como CATL ya trabajan en una nueva generación de baterías LFP que permitirán, aún más, reducir la brecha técnica que las separa con las baterías de iones de litio.