La compañía norteamericana del óvalo azul se encuentra plenamente inmersa en su paso hacia la electrificación pura. En los próximos años, Ford lanzará nuevos modelos y variantes 100% eléctricas de los vehículos que ya comercializa y esto supondrá todo un empujón a sus ventas y, consecuentemente, a su propia economía. Desde la cúpula de la firma esperan que los coches eléctricos supongan la "resurrección" de la marca con más de 120 años de recorrido vital.
No obstante, las cifras de Ford no hablan precisamente de que sea una "marca muerta" o que obtenga cifras negativas. Nada de eso. En los últimos meses se ha podido contemplar como la marca se ha posicionado en segundo lugar, detrás de Tesla, sobre ventas de coches eléctricos en el mercado norteamericano. En Europa, por su parte, aún debe incrementar la llegada de modelos alternativos al Ford Mustang Mach-E, el cual se ha declarado como todo un éxito de ventas.
Sobre este supuesto "renacimiento" han hablado dos de sus principales mandatarios: Bob Holycross, vicepresidente de sostenibilidad de Ford, y Bill Ford, presidente ejecutivo de la compañía. Ambos han declarado que los coches eléctricos supondrán "la refundación de la empresa". Dicho así podría parecer que Ford no está en su mejor momento, sin embargo, estas declaraciones hablan sobre la visión de volver a ser el fabricante número 1 de Estados Unidos, una meta que calculan que podría llegar durante la segunda mitad de década gracias a una inclusión mucho más generosa de vehículos eléctricos a su gama.
En Europa, y más concretamente en España, Ford únicamente posee un modelo de mecánica puramente eléctrica: el Ford Mustang Mach-E. Sin embargo, sus planes ya especifican que en los próximos meses aterrizarán nuevas alternativas como el Ford Puma eléctrico, por ejemplo, un modelo que podría cambiar notablemente las cifras de ventas de coches eléctricos en el viejo continente; amén de las furgonetas eléctricas, como la nueva Ford Transit Custom, que también harán su incursión en los próximos años.
En Estados Unidos la llegada del Ford F-150 Lightning ha supuesto todo un revulsivo para ese mercado, ya que incluso la marca tuvo que paralizar los pedidos del modelo debido a la elevada demanda y a la limitada posibilidad de fabricación. Sin embargo, desde Ford quieren más modelos totalmente eléctricos en su gama, ya que sus clientes así lo piden y exigen.
Desde la compañía estiman que su capacidad de producción global será de alrededor de 2 millones de coches eléctricos para 2026, aunque ya saben que alcanzar esta cifra no será fácil debido, principalmente, a los posibles problemas en el suministro de materiales indispensables. Por ello, desde su directiva ya ha tomado la iniciativa de asegurarse el 70%, aproximadamente, de los recursos necesarios para alcanzar la producción estimada gracias a asociaciones con compañías como SK Innovation o CATL, entre otras.
La estrategia de Ford de cara a los próximos años es clara: convertir modelos populares en vehículos 100% eléctricos. Su primera incursión en esta planificación ha sido la llegada de la popular pick-up norteamericana. Próximamente, bajo este criterio, la compañía lanzará el ya mencionado Ford Puma eléctrico, una variante eléctrica del Ford Ranger, así como otros vehículos de comercialización internacional, como el Ford Explorer, el cual hasta ahora solo se vende con la mecánica híbrida enchufable. Asimismo, la compañía americana deberá jugar bien sus cartas y presentar, además de unos modelos atractivos y populares, unos precios de adquisición nada desorbitados; esa será la ecuación para el "renacimiento" eléctrico de la compañía, según afirman sus propios directivos.