A falta de confirmación oficial por parte de Ford, la firma del óvalo azul descatalogará mucho antes de lo previsto el modelo más popular de la marca en Europa para dar paso a un coche eléctrico. Se trata del Ford Fiesta, que verá el fin de su vida comercial en tan sólo unos meses tras siete generaciones.
Se trata de una noticia que el medio alemán Automobilwoche se ha encargado de sacar a la luz, cita, gracias a fuentes cercanas a la división europea de Ford. Insistimos, se trata de un aspecto que aún tiene que ser confirmado de manera oficial por la propia empresa.
Los motivos por los que Ford ha podido tomar esta drástica decisión se reducen, principalmente, a dos aspectos de peso. Por un lado está la necesidad de liberar recursos en la fábrica de la marca en Colonia (Alemania), donde tomará lugar la producción de su coche eléctrico enfocado al mercado europeo, mientras que por otro lado, la caída de ventas del utilitario no ha hecho más que acelerar su defunción comercial.
Otro aspecto de peso es que los gustos y preferencias del mercado han cambiado; ahora son las carrocería de tipo SUV las que más busca el cliente medio europeo, y por esto mismo uno de los principales autores de la muerte comercial del fiesta es el Ford Puma, que se beneficia de su carrocería de tipo todocamino y un precio no muy superior al del Fiesta, satisfaciendo de mejor manera la tendencia actual del mercado en este sentido.
Puesto en contexto dentro de la historia de Ford, el Fiesta ha sido el modelo más popular y exitoso de la marca en el continente europeo, logrando ser también el modelo que más ha perdurado en la gama del fabricante estadounidense en esta parte del mundo.
Según los números de Dataforce, las matriculaciones del Fiesta en el mercado europeo han caído hasta poco más de 39.000 unidades hasta el pasado agosto, un fuerte descenso si se compara con las más de 72.000 ventas de los primeros ocho meses del pasado ejercicio. El Puma es ahora el turismo más vendido del fabricante en la región, con 91.604 unidades vendidas hasta agosto.
El modelo que ocupará el sitio del Fiesta en la fábrica europea de Ford será el que primero se beneficie del acuerdo de la firma americana con el Grupo Volkswagen, pues tomará la plataforma MEB como punto de partida, que es la misma base que actualmente da forma a coches tan distintos como el Volkswagen ID.3 o el Skoda Enyaq. Sobre su enfoque, Ford tan sólo ha confirmado que se trata de un crossover, por lo que está por ver en qué segmento lo encuadra finalmente (C o D).
La producción de este coche eléctrico comenzará en la planta alemana de Ford en verano de 2023, lo que supone que conforme a los planes iniciales, su llegada se ha adelantado un año. En base a esto último, su puesta de largo debería estar a punto de producirse. Tal vez lo podamos ver, incluso, antes de finales de año.