Está claro que Ford siempre ha mostrado una gran predisposición por conquistar el mercado eléctrico, pero una cosa son las promesas y otra los hechos. Los americanos han ido a un ritmo muy calmado en los últimos años. La penetración del mercado ha sido buena, pero la falta de unidades está lastrando los objetivos de cara a los próximos años. Ante la amenaza de nuevos y poderosos rivales, los de Michigan han decidido que es hora de pisar el acelerador con su familia eléctrica. La nueva estrategia contrasta con la política de despidos aplicada en el Viejo Continente.
Ford quiere ampliar la producción de sus coches eléctricos, principalmente la de los Mustang Mach-E y F-150 Lightning. Los dos caballos de tiro de la estrategia eléctrica de Ford tienen que mejorar sus cifras de ensamblaje: el año pasado, la pick-up eléctrica vendió 15.617 unidades y sólo en el pasado mes de febrero se firmaron un total de 3.600 contratos por ella. Su producción se lleva a cabo en las instalaciones del Ford Rouge Electric Vehicle Center en Dearborn, en el Estado de Michigan. Tras un inicio de actividad algo dubitativo, los americanos esperan que la fábrica cierre el 2023 con más de 150.000 unidades producidas.
Kumar Galhotra, presidente de Ford Blue ha comentado en exclusiva a CarBuzz: "Hemos tenido un fuerte comienzo de ventas en 2023 y nos estamos moviendo hacia una producción de calidad acelerada. El aumento de la producción beneficia tanto a nuestros clientes como a nuestro negocio". Ford prepara un gasto de 2.000 millones de dólares para mejorar las líneas de montaje y, de paso, contratar a 3.200 trabajadores que pongan su granito de arena a lo largo del año. De esa estrategia también se beneficiarán las versiones eléctricas del Ford Transit.
Con respecto al Ford Mustang Mach-E, el SUV eléctrico es actualmente la pieza más importante de la familia de eléctricos de Ford. La aceptación de los clientes ha sido buena, aunque el precio sigue suponiendo un problema. Teniendo como rival directo al Tesla Model Y, el Mustang Mach-E se ha visto obligado a reducir los precios de venta para poder equiparar las facturas de su enemigo. El recorte de la tarifa se debe, principalmente, a la introducción de una batería LFP en lugar de la actual pila de iones de litio. Los norteamericanos esperan que el cambio afecte positivamente a las ventas y por lo tanto se preparan para ese pico en la demanda.
El Mach-E se fabrica en exclusiva en la planta de Ford en México. Tras haber sufrido una renovación hace poco, los directos de la compañía esperan poder duplicar el ritmo de trabajo hasta cerrar el 2023 con más de 210.000 unidades producidas y destinadas para todo el mundo, incluida España. Sin embargo, los datos positivos de producción de Ford se centran exclusivamente en Estados Unidos. La compañía tiene una visión radicalmente diferente para Europa donde ya ha anunciado 3.800 despidos y el más que posible cierre de algunas de sus instalaciones en el Viejo Continente. Esos mismos coches eléctricos que aspiran a convertirse en parte fundamental de la compañía parecen ser, o al menos eso dicen, los culpables de la impopular medida para Europa.