Ha sido el propio Jim Farley, CEO de Ford, quien ha dado consistencia a un rumor que venía sonando con fuerza en la firma americana, pero que también piensan en adoptar otras compañías. Las actualizaciones de software remotas (OTA) han llegado al sector automotriz para quedarse. Ya son muchos los fabricantes automovilísticos que hacen uso de esta tecnología para mantener al día el software de sus automóviles. No obstante, Ford va un paso más allá y ya vislumbra la posibilidad de recibir una suscripción mensual por ciertos servicios avanzados en sus coches de los próximos años.
Esta no es una noticia nueva para el sector de los fabricantes de coches, ya que otras compañías como Mercedes y su pago por el eje trasero direccional del EQS o el servicio de Conectividad Premium para Tesla, son ejemplos de la tecnología y las posibilidades que se abren de cara a futuros lanzamientos de automóviles conectados. Desde Ford aseguran que este es un mercado en claro auge y por el que los clientes estarán "dispuestos a desembolsar decenas de miles de dólares por ciertos servicios", afirmó el CEO.
Estos servicios a los que se refiere Farley son los referentes a los asistentes de conducción u otros elementos que pueden hacer la vida del usuario mucho más cómoda y segura. Las cifras que maneja Ford para este mercado ronda los 20.000 millones de dólares anuales para el año 2030. Este avance vendrá de la mano de los servicios que ofrecerá el departamento de Ford Pro a partir del 2025 y que, de forma conjunta, generarán más de 45.000 millones de dólares en ingresos para principios de la próxima década.
Desde Ford tienen claro que no dejarán este espacio libre para que otra compañía competente se haga con el grueso de este mercado, así como de sus beneficios. Es por ello que ya prepara todo un arsenal de servicios mediante suscripción posteriormente de haber realizado un estudio de viabilidad e intereses para los propios usuarios de sus modelos.
En la marca americana son conscientes de la cantidad de posibilidades que abre este avance, como un servicio de suscripción para obtener asientos calefactados durante los meses que dure el crudo invierno o novedades para el sistema de navegación, entre otras. No obstante, mediante el estudio realizado por la marca para sus usuarios, este ha determinado que sus clientes solo estarán dispuestos a pagar considerables cantidades económicas por servicios de seguridad al volante, así como por diferentes asistentes. Por ello, Ford pondrá gran parte de su interés en lanzar funciones avanzadas para de "conducción manos libres" como el BlueCruise y ActiveGlide.
Estos sistemas permitirán al conductor estar menos activo tras el volante, e incluso Farley ya hace mención de avances con respecto a la conducción autónoma total, algo muy similar a lo que ya promueve Tesla en sus coches eléctricos. Este, según afirma el CEO, es el único avance por el que los usuarios están dispuestos a pagar realmente mucho dinero. De hecho, en comparación con la mencionada Tesla, Farley aseguró que sus clientes pagarán decenas de miles de dólares por contar con esta tecnología de conducción autónoma.
Sobre esto pone en claro énfasis la similitud en el cambio de paradigma que supondrá frente a la conducción o vehículos actuales, algo muy similar a lo que hizo Apple cuando lanzó su primer smartphone y cambió para siempre la mirada sobre el teléfono móvil convencional. Farley cree que si un conductor puede dormir 45 minutos tras el volante mientras el coche de forma autónoma lo lleva hasta su puesto de trabajo, supondrá el convencimiento inmediato para muchos.
