En Ford las cosas se están poniendo complicadas, y necesitan del ingenio de sus proveedores para conseguir una reducción en el coste de fabricación asociado a sus vehículos 100% eléctricos, de manera que puedan dejar de tener las pérdidas exageradas que asumen por cada coche que venden.
La división dedicada a los automóviles cero emisiones Model E necesita ayuda, tras un intento de ponerse al nivel de los mejores en la materia, que ahora mismo son Tesla y BYD, al menos en cuanto a volumen de ventas en todo el mundo y a equilibrio de precios se refiere.
Y es que pierden varios millones de dólares cada trimestre, concretamente 1.300 millones en los primeros meses de 2024, tras unos antecedentes de 4.700 millones de dólares en negativo tras cerrar los resultados del ejercicio 2023.
Hay que tener en cuenta que la estrategia de electrificación del fabricante norteamericano es relativamente reciente, al menos en cuanto a avances en plataformas, hardware y software específico para coches 100% eléctricos.
Eso hace que, en los resultados finales, se pueda hablar de una pérdida de 100.000 dólares por cada vehículo cero emisiones que encuentra dueño, una situación preocupante y que ocupa a otras marcas tradicionales del sector, que no sólo a Ford.
También hay firmas en problemas y que no tienen tantos años de recorrido, como es el caso de Lucid, que ha reconocido que pierde 340.000 euros por vehículo vendido. La clave está, en que esta última tiene un apoyo fuerte del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, y eso es una posición de ventaja frente al resto.
Por su parte, los fabricantes chinos supuestamente habrían recibido ayudas del estado, algo que Estados Unidos y la Unión Europa entienden como exageradas y una forma de competencia desleal.
Es lo que ha motivado que Norteamérica aplique aranceles del 100% (antes del 25%) a los coches eléctricos fabricados en China, y que Europa esté pensando en subir los actuales en el continente hasta un 30% este mismo verano, frente al 10% en concepto de tasas de derecho de importación que se aplican.
Pero Ford y el resto de fabricantes con pérdidas tienen que seguir buscando maneras de aumentar sus beneficios. Ya hace unos meses vimos cómo el Mustang Mach-E bajó un 17% su precio en Estados Unidos, en búsqueda de un mayor volumen de ventas. Y de hecho consiguió vender un 104% más su SUV eléctrico.
A esta maniobra le siguió una mejora de las condiciones de compra, en concepto de descuentos, en caso de que alguien del núcleo familiar tuviera un modelo de Tesla en propiedad o con un contrato de renting.
En cuanto al vehículo comercial Ford E-Transit, la compañía también mejoró un 148% las ventas durante el primer trimestre del año, una cifra que suma para el aumento del 86% en cuanto a ventas de coches cero emisiones con respecto al mismo trimestre de 2023, pero que engaña pues es una comparación con momentos en los que la estrategia y la oferta no eran las mismas.
Como aseguraba Liz Door, directora de la Cadena de Suministro de Ford: "Todos hemos invertido mucho en el éxito del negocio de los vehículos eléctricos y todos ganaremos o perderemos juntos".