"Los coches pequeños tienen márgenes pequeños". Este es el motivo por el que Ford ha decidido descontinuar su mayor éxito en su andadura en Europa, el Fiesta. Nissan ha hecho lo propio con el Micra y el Grupo Volkswagen dibuja un futuro incierto para los coches del segmento B, como el Polo, el Ibiza y el Fabia. Mientras tanto, Renault ha decidido dar continuidad a su particular utilitario del segmento B con un fuerte rediseño de la quinta generación. Un rediseño que estará marcado por su característico motor híbrido, que será su principal baza comercial.
Se trata del Clio y la denominada versión E-Tech, que es la que encarna la apuesta de la marca para competir de tú a tú con el que es el coche híbrido urbano más vendido del mundo: el Toyota Yaris.
Con la renovación de uno de sus coches más populares, la firma francesa se asegura seguir viva durante al mentos otros cuatro o cinco años en el segmento de los utilitarios, una categoría que se está quedando potencialmente desatendida ante la falta de proyectos de reemplazo de coches que hasta la fecha han marcado la pauta comercial.
Para asegurar el buen desempeño comercial su particular modelo, Renault ha jugado sobre seguro y ha dotado al Clio de una imagen muy moderna y agresiva, aunque siga percibiéndose claramente como una renovación del modelo que se lanzó en 2014. Esto es algo que queda especialmente patente en el diseño de la zaga y el interior, cuyas estructuras siguen siendo muy similare a los dos modelos previos. El frontal es donde más innova la marca, ya que al aire tecnológico se suma un fuerte componente deportivo.
La versión E-Tech será la que tengan que elegir aquellos que valoren, por un lado, la eficiencia en cuanto a consumos de este tipo de propulsores, y, por otro, el hecho de disfrutar del distintivo Eco de la DGT para poder circular por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) sin problemas.
Esta variante confía en un propulsor de gasolina de cuatro cilindros y 1,6 litros de capacidad de respiración atmosférica como principal actor de la cadena cinemática y rinde 94 CV. El bloque térmico es complementado por dos motores eléctricos de 49 y 20 CV para rendir un total de 143 CV combinados, una buena cifra de potencia para un coche de su segmento. Una batería de 1,2 kWh de capacidad es la encargada de sustentar el sistema cuando se circula en modo eléctrico.
Todo lo anterior deriva en un 0 a 100 kilómetros por hora en 9,3 segundos, una máxima de 174 kilómetros por hora y un consumo mixto homologado de 4,2 litros a los 100, una cifra que se podrá alcanzar, sin duda ninguna, en una conducción tranquila en el día a día.
Por ahora, la marca sólo ha confirmado el precio de la variante híbrida en su más cara y exclusiva versión, la denominada Sprit Alpine, que se inspira en la firma deportiva francesa para elementos como las llantas, colores y decoración del habitáculo. En España, costará 27.130 euros, por lo que se espera que la versión más accesible unida a la motorización híbrida haga lo propio en el entorno de los 23.000 euros.
