En las altas jerarquías de Ford han sacado la calculadora y los números no salen. La introducción del mercado eléctrico es mucho más rápida de lo que se había planteado en un principio. El éxito de su primer eléctrico de masas, el Ford Mustang Mach-E, ha obligado a la compañía americana a replantearse la estrategia y la velocidad a la que esperan producir. Tras volver a analizar la situación, Ford ha anunciado que duplicará sus previsiones de producción de coches eléctricos para 2023.
Como no podía ser de otra manera, Ford aspira a convertirse en una marca de referencia dentro del mercado de los eléctricos a nivel mundial. Tiene el peso, tiene el reconocimiento y tiene la capacidad para hacerlo. Sin embargo, esas fortalezas deben materializarse en el mundo real. A pesar de todo, los americanos tienen la cabeza muy bien amueblada, y saben que por mucho que hagan hoy, no será hasta dentro de unos años cuando pueda dar el puñetazo sobre la mesa.
Muchas veces hemos hablado de diversos proyectos de instalaciones para vehículos eléctricos de Ford. Sobre la mesa hay muchas propuestas que ahora tendrán que pisar el acelerador para cumplir con el nuevo y exigente margen de producción estimado para 2023. Ford quiere convertirse en el segundo mayor fabricante de vehículos eléctricos en dos años. A finales de 2023 solo espera ser superado por Tesla, que si las cifras siguen la tendencia actual debería acumular más de 1,2 millones de unidades fabricadas.
Ford Mustang Mach-E.
Si hablamos de cifras concretas, Ford aspira a producir 600.000 vehículos eléctricos al año en 2023. Un dato modesto si tenemos en cuenta la capacidad de producción actual de la compañía. Puede no parecer mucho, pero es el doble de lo que se tenía inicialmente pensado. El Mustang Mach-E ha abierto un melón mucho más grande de lo que Ford imaginaba, y a eso hay que sumar el éxito alcanzado por el Ford F-150 Lightning, que ni siquiera ha sido lanzado al mercado y ya cuenta con 200.000 reservas.
Obviamente la oferta EV no acabará ahí, pues se esperan muchos más lanzamientos en los próximos meses. Proyectos que, por cierto, tendrán que ir más deprisa para cumplir con esos nuevos objetivos de producción. Dentro del porfolio se espera la llegada de modelos de todo tipo, desde económicos utilitarios hasta grandes vehículos industriales como el ya conocido Ford e-Transit. Se espera que para 2023 uno de cada 10 vehículos producidos por la compañía a nivel mundial sea eléctrico.
Ford ya tiene en mente convertirse en una marca 100% eléctrica en Europa para 2030, mientras que para el resto del mundo calcula que en esa fecha la producción de vehículos eléctricos rondará el 40% del total. En el viejo continente los planes también están acelerándose. Las legislaciones y un mercado pujante animan las ventas y los lanzamientos. Es muy posible que Europa soporte gran parte del peso de las ventas eléctricas de la compañía en los próximos años, pero para eso no queda otro remedio que fabricar más y más deprisa.