La dirección de la planta de Ford en Almussafes (Valencia) y los sindicatos han retomado esta semana las negociaciones para llegar a un acuerdo que consiga electrificar la producción de la planta, o dicho de otra manera, un acuerdo que consiga traer a la fábrica española la producción de coches eléctricos para garantizar así su supervivencia más allá de 2030.
Empresa y sindicatos se han reunido de nuevo para negociar las condiciones que permitan la llegada de modelos eléctricos a la factoría valenciana. La empresa ha vuelto a plantear reducciones salariales para garantizar la viabilidad y competitividad de la fábrica, aumentos de jornada y recortes de los días de vacaciones de la plantilla, según han informado fuentes sindicales.
La dirección de Ford ha planteado también que no se aplique la subida vinculada al IPC -como contempla el actual convenio-, un punto que han rechazado todos los sindicatos. La empresa estadounidense también ha insistido en la necesidad de aumentar el tiempo de la jornada de trabajo para aumentar la competitividad de la planta.
Los sindicatos han señalado la "urgencia" por llegar a un acuerdo antes de finalizar este mes de enero. El sindicato mayoritario, UGT, ha pedido un receso de 48 horas para aportar sus propuestas y la representación social y la empresa se han emplazado a volver a reunirse en una mesa negociadora este viernes 14 de enero. No obstante, UGT ya ha avanzado que rechazará las propuestas de Ford relativas a las reducciones salariales y al IPC, esgrimiendo que «la solución no puede pasar por rebajar los salarios o no cumplir lo ya pactado con UGT en materia de IPC». Aún así, el sindicato mayoritario se ha mostrado con «disposición a negociar cuestiones de flexibilidad que puedan valer para resolver este problema, optando así, en las mejores condiciones posibles, a la electrificación de Almussafes» y ha anunciado a sus afiliados que realizará una consulta «para reforzar su posición negociadora», desmarcándose así del resto de sindicatos del comité de empresa.
Producción del Ford Mondeo híbrido en Almussafes (Valencia).
Por su parte, el sindicato STM ha calificado como «inasumibles e injustificables» las propuestas de Ford para una plantilla que «tantos recortes lleva heredando convenio tras convenio gracias a la ayuda de ese sindicato [UGT] que tanto presume de paz social». STM se ha pronunciado también sobre una circular distribuida este martes por la empresa entre los trabajadores para pedirles «responsabilidad». Según este sindicato, «pasarle la pelota a los trabajadores y trabajadoras que tanto sacrifico realizan día a día y tantas alegrías le han dado a la empresa en forma de pingües beneficios, pidiéndoles responsabilidad y hacerle caer en sus hombros el futuro de Ford Almussafes no nos parece la mejor forma de empatizar con ellos». CCOO y CGT también rechazan las medidas propuestas por Ford. Estos tres últimos sindicatos tienen previsto mantener una reunión con el conseller de Economía de la Generalitat Valenciana, Rafael Climent, para mostrarle su preocupación por la falta de avances.
UGT ha reconocido que la situación «es más que delicada», ya que los modelos a adjudicar no garantizarán carga de trabajo suficiente para las dos fábricas que optan a poder producir dichos vehículos, las de Almussafes y Saarlouis (Alemania). Estas dos han quedado descolgadas de los últimos planes anunciados por Ford para Europa, que ya ha comprometido inversiones para vehículos eléctricos en sus plantas de Colonia (Alemania), Craiova (Rumania) y Kocaeli (Turquía).
«Tenemos que mostrar decisión y acierto a la hora de acordar, pues después no habrá margen para corregir errores», han señalado desde UGT, al tiempo que han apuntado que esta situación «insólita hasta la fecha quizás requiera para resolverla situaciones también insólitas para algunos, pero necesarias». La organización sindical ha subrayado que «hablamos de la supervivencia de una fábrica, con todo lo que ello conlleva». La situación, inevitablemente, hace recordar los fantasmas de lo ocurrido en 2012, cuando Ford Europa anunció el cierre de su factoría en Genk (Bélgica).
Las sombras sobre el futuro de Almussafes se han agigantado durante y tras la pandemia, después de sufrir continuos recortes de producción. En la primera mitad del año 2021, la planta española redujo su producción un 23% respecto a 2020 y un 56% en comparación con 2019, antes del Covid-19. La fábrica de Ford en Almussafes emplea a cerca de 6.500 trabajadores actualmente, incluyendo también la planta de motores, pero de los modelos que fabrica actualmente, solamente el Ford Kuga (que supone más de la mitad de toda la producción) tiene garantizada su continuidad más allá de 2023.