Jim Farley, CEO de Ford, explicó a los periodistas presentes un evento celebrado en Detroit, su nueva estrategia de producción con la que trata de evitar el despido masivo de sus empleados y convertirse en el fabricante que supere a Tesla en la venta de vehículos eléctricos. El dirigente mencionó "el regreso al Modelo A", como referencia a volver a la producción interna de componentes durante la fase de aceleración de la producción de vehículos eléctricos.
Según Jim Farley, la producción de vehículos eléctricos requiere un 40 % menos de mano de obra que la que se precisa para construir un modelo similar de combustión, lo que inevitablemente supone despidos masivos de empleados. La industria se enfrenta así a un problema de gran calado, al menos en la transición entre ambas tecnologías, que de alguna manera ha de resolverse.
A principios de este año Ford anunció que despediría a unos 3.000 empleados para reestructurar su negocio en torno a la producción de vehículos eléctricos. Sin embargo, el máximo dirigente de Ford ha elaborado un plan para que "todo el mundo tenga un papel" en la transformación de la compañía. Para Farley la solución pasa por volver a los orígenes de la empresa, cuando para ensamblar el Modelo A los componentes también se fabricaban internamente.
Hasta la fecha, Ford está teniendo un éxito importante en el mercado de los vehículos eléctricos, sobre todo en Estados Unidos. Con el Mustang Mach-E, la pick-up eléctrica F-150 Lightning y la furgoneta E-Transit, Ford se mantuvo como el segundo fabricante con mayor número de unidades vendidas durante el tercer trimestre solo detrás de Tesla. Pero Farley no está contento con este segundo lugar. En la conferencia de Detroit ya avisó que su expectativa es "llegar a ser el número 1".
Para superar a Tesla, el CEO de Ford cree que la clave está en producir de manera interna los componentes más importantes de sus coches eléctricos. La producción de baterías y motores no solo asegurará puestos de trabajo, sino que también creará valor para el fabricante de automóviles. Sus trabajadores que ya no serán necesarios en la cadena de producción de vehículos de combustión podrán reciclarse y continuar en la empresa en las líneas de fabricación de estos componentes.
"Estamos volviendo a donde estábamos a principios de siglo porque ahí es donde está la creación de valor. Es una gran transformación", asegura Farley sobre la idea de volver a los orígenes de Ford, cuando el fabricante no recurría a terceros para fabricar sus coches, sino que toda la producción se realizaba internamente.
Hasta ahora, Ford depende de terceras empresas para obtener sus baterías y sus motores eléctricos. El fabricante americano ha iniciado construcción del BlueOval City SK Battery Park en Kentucky a principios de este año. Una instalación destinada a jugar un papel clave en los planes del fabricante de automóviles, donde, al menos por ahora, ya está prevista la fabricación de las baterías que alimentarán a su próxima generación de vehículos eléctricos.
Los planes de Ford pasa por alcanzar una producción de dos millones de vehículos eléctricos para 2026. Para ello necesitará una cantidad significativa de baterías. Si bien la compañía confirma que ya se ha asegurado los suministros necesarios para alcanzar su objetivo de 600.000 unidades para finales del próximo año, producirlos internamente podría reducir los costes y aumentar los márgenes de beneficio. Esta estrategia le ayudará a seguir siendo competitivo al mismo tiempo que asegura el futuro del fabricante de automóviles en la industria.