Ford ha anunciado la retirada de los cables de recarga entregados a sus clientes en los coches eléctricos e híbridos enchufables fabricados antes de 2015. Según informa la propia compañía, la conexión de estos dispositivos de carga en una toma de corriente de 120 voltios desgastada o dañada puede provocar un aumento de la temperatura y derivar en un incendio. Este problema no se produce si la conexión se realiza en un circuito de carga dedicado y solamente afecta a modelos comercializados en Norteamérica.
El problema afecta a 49.197 unidades en Estados Unidos y a 1.327 en Canadá. Los cables de recarga entregados con los vehículos electrificados de Ford fabricados antes de 2015 no incluyen un termistor, que se encarga de identificar las condiciones de temperatura en la conexión con la instalación. En caso de que esta se eleve por encima de los límites de seguridad, la recarga se corta hasta recuperar la temperatura de trabajo.
Lo modelos afectados por este problema son tres: los Ford Focus Electric entregados entre 2012 y 2015, que fueron fabricados en la planta de Michigan entre septiembre de 2011 y marzo de 2015; los Ford C-MAX Energi entregados entre 2013 y 2015 y producidos entre abril de 2012 y marzo de 2015 también en Michigan; y, por último, los Ford Fusion Energi de 2013-2015 fabricados entre septiembre de 2012 y marzo de 2015 en México.
Cable de recarga de Ford.
Según ha informado la propia compañía en un comunicado, los casos de incendios provocados por este problema en los cabes de recarga no han provocado daños importantes ni lesiones a sus propietarios. Ford está avisando ya a sus clientes afectados para que no utilicen más este cable de recarga y para que se dirijan a su concesionario. Estos serán los encargados de sustituirlos por uno nuevo, el mismo que se entrega en todos sus coches a partir de 2015, que sí incluye el termistor de seguridad.
En el propio aviso de retirada del cable de recarga, Ford aconseja a sus clientes que la recarga de sus vehículos debe realizarse en una instalación dedicada y que deben vigilar en todo momento su estado, comprobando que no se encuentren dañados ni corroídos. Además recuerda a sus clientes que no deben utilizarse alargadores, ya que estos pueden recalentarse y provocar un incendio sin que el controlador EVSE del sistema de carga pueda detectarlo.