Los fabricantes siempre han utilizado la competición para desarrollar tecnología que luego derivan a sus coches de producción. Además, el motorsport siempre ha servido para adquirir experiencia y un punto de prestigio adquirido de los triunfos. En el caso de los eléctricos, pasa exactamente lo mismo. De momento, el segmento eléctrico representa el 1,2% de las ventas mundiales. De cara a mediados de la próxima década, sus ventas se habrán multiplicado por varios enteros y los fabricantes empiezan a comprender que deben convencer a los clientes que las baterías y los eléctricos pueden ofrecer tanto o más que un motor de gasolina.
El principal problema es que la gran preocupación de los interesados en un coche eléctrico es la autonomía de la batería, pese a que hay modelos que superan los 500 kilómetros. En este juego entran como activos importantes la Fórmula E y las futuras Electric GT Series. En el caso de la primera, este fin de semana terminan la temporada en Brooklyn y supondrá el fin de la primera generación de vehículos Fórmula E.
Una nueva era de vehículos
A partir de la próxima temporada de Fórmula E, llegará segunda generación de monoplazas, y con ella los coches cambiarán un poco su forma. Sin embargo, más allá de detalles estéticos, el gran avance se ha dado en las baterías, que serán mucho más capaces y alimentarán motores eléctricos que ofrecen 335 CV y permiten alcanzar velocidades de hasta 280 kilómetros por hora. La novedad más importante, pese al aumento de prestaciones, será que las baterías permitirán que no se tenga que cambiar el vehículo durante la carrera. "Es un gran avance. Las prestaciones de las baterías por fin están al nivel necesario", dijo Nico Rosberg al respecto en una entrevista.
Las Electric GT Series, por su parte, tienen la misma filosofía. Durante la presentación de los primeros detalles en el Circuit de Barcelona-Catalunya, la organización explicó que apostarán por fines de semanas de dos carreras en las que no habrá parón para cambiar de coche porque un usuario de eléctricos, no debe parar a cambiar su coche de camino al trabajo.
Acercar la acción al público
La Fórmula E siempre ha tenido como objetivo acercar la tecnología y toda la acción que pueden ofrecer los eléctricos al máximo público posible. Es por eso que siempre compiten en circuitos urbanos en el centro de las grandes ciudades, como por ejemplo en el ciurcuito urbano de Brooklyn, Nueva York, este fin de semana.
Esta filosofía ha convencido a muchos fabricantes, que han apostado por la competición eléctrica, incluso dejando de competir en otras disciplinas en las que eran líderes. Hasta ahora, Mahindra, Audi, DS, Jaguar o Renault ya participaban compitiendo con fabricantes puramente eléctricos como NIO o Venturi. Próximamente, BMW entrará y Porsche dejará el DTM para participar en 2019 en la disciplina eléctrica.
En las Electric GT Series, todos los coches serán Tesla al principio, pero a partir de su cuarta temporada se abrirán para que las marcas capaces de ofrecer un turismo capaz de competir —por ejemplo el Porsche Taycan— se anime a entrar a su competición.
Las competiciones eléctricas tendrán mucho que decir en el escaparate mundial del mercado y, ahora, cada vez las hay más, más emocionantes y más conocidas por las masas.