La taiwanesa Foxconn, uno de los fabricantes por contrato más conocido sobre todo por ensamblar el iPhone Apple, presentará tres nuevos coches eléctricos el próximo 18 de octubre, en el marco del Foxconn Technology Day 2021. Si bien todavía no se conoce que tipologías de coches ha elegido la empresa para este debut, algunos medios chinos aseguran que entre ellos se encontrarán una berlina del segmento E y un SUV.
Foxconn es conocida principalmente por fabricar productos electrónicos de consumo para las principales compañías tecnológicas de Estados Unidos y Japón. El más célebre es el iPhone de Apple, aunque también es responsable del iPad, del Kindle de Amazon, de la Playstation de Sony, de la Xbox de Microsoft y de las cámaras GoPro. Hace un año ya manifestó su intención abrir una nueva línea de negocio relacionada con la industria del automóvil e independizar su negocio del de Apple que actualmente supone la mitad de sus ventas.
La presentación de su plataforma eléctrica modular y abierta MIH, abierta a otros fabricantes, llega para convertir a la empresa en un suministrador clave de la industria. Según Foxconn se trata de una solución de código abierto para desarrollar sobre ella todo tipo de coches eléctricos. Paradójicamente, el fabricante del iPhone se denomina a sí mismo como el Android de los vehículos eléctricos. Como ejemplo de lo que puede dar de sí, la propia empresa taiwanesa fabricará sus propios modelos.
En noviembre de 2020, Foxconn Group y el fabricante de automóviles taiwanés Yulon Group, establecieron una empresa conjunta llamada Honghua Advanced, que será la encargada de comercializar estos coches eléctricos bajo la marca Foxtron. Según las imágenes espía publicadas por la web china u-car, uno de los tres coches que se presentarán en octubre será una berlina del segmento E con aire cupé que rivalizará con el Tesla Model S al que acompañará, según los rumores, al menos un SUV del que no hay ningún tipo de información.
La estrategia comercial de Foxconn tiene la vista puesta en el Corredor Económico del Este-Oeste (Myanmar-Tailandia-Laos-Vietnam), una zona económica especial al este de Tailandia, que se ha convertido en una ubicación potencial para la planta de ensamblaje. Una vez finalizados los trabajos de construcción, arrancará la producción en dos o tres años. El volumen inicial será de 50.000 vehículos por año y crecerá hasta los 150.000.
La diferenciación de la plataforma MiH se basa en la capacidad de personalización que ofrecerá. Se trata de una arquitectura común, tanto de software como de hardware, para que los fabricantes que quieran utilizarla puedan realizar ligeras modificaciones y adaptarla a sus futuros coches eléctricos. Su modularidad permite que sobre ella se puedan implementar modelos de diferentes tipos como SUV o berlinas de todos los tamaños. Se podrán modificar la distancia entre ejes, el tipo de suspensión y el tamaño de la batería, además de ajustar cada una de las necesidades individuales de cada cliente.
Según el CEO de Foxconn, Liu Young-way, para 2027, el fabricante quiere estar representado en "la décima parte de cada automóvil eléctrico del mercado en todo el mundo", ya sea a base de componentes o de servicios. En un negocio de 800.000 millones de euros, según un informe de Allied Market Research, el volumen de negocio que pretende maneja la taiwanesa es enorme.
A la presentación de esta plataforma le acompañó el anuncio de las próximas baterías de estado sólido que la propia Foxconn se encuentra desarrollando y dice que tendrá listas para 2024.
Desde hace un año, Foxconn se ha estado moviendo en la industria automotriz a base de acuerdos con otros fabricantes. En enero de 2020 creó una empresa conjunta con Fiat Chrysler (FCA) para construir vehículos eléctricos en China. También ha realizado inversiones en el gigante chino de baterías CATL y en el proveedor de viajes compartidos de China, Didi Chuxing.