Francia impulsará la fabricación de baterías para vehículos eléctricos en Europa con la inversión de 700 millones de euros en los próximos cinco años. La iniciativa contará con la colaboración alemana y dará como resultado la puesta en marcha de dos nuevas fábricas de baterías para vehículos eléctricos, una en cada país. De esta forma se busca eliminar la dependencia de los proveedores asiáticos que actualmente dominan el mercado.
El anuncio de este plan de apoyo al vehículo eléctrico fue realizado por el presidente francés, Emmanuel Macron, en un discurso ante la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos Motorizados que tiene su sede en París. El plan se basa en las propuestas de las empresas francesas Saft, que forma parte de la Battery Aliance y que fue adquirida por la petrolera Total en 2016.
Con esta estrategia el gobierno del país galo pretende apoyar a la industria automovilística francesa ante los nuevos mercados de vehículos eléctricos y autónomos, aumentando su competitividad antes los fabricantes asiáticos y estadounidenses.
Macron anunció la construcción de dos fábricas de baterías, una en Francia y otra en Alemania, como parte de una iniciativa franco-alemana para eliminar la dependencia de los suministradores asiáticos del componente fundamental de los vehículos eléctricos. El gobierno germano informó a finales del año pasado que destinará alrededor de 1.000 millones de euros hasta 2022 para la investigación, desarrollo y fabricación de baterías para vehículos eléctricos, lo que además permitirá mantener los empleos que se perderán con el descenso de la demanda de los motores de combustión.
El presidente francés Emmanuel Macron anunció el plan de inversión en la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos Motorizados.
"Como presidente de Francia, no puedo estar contento con una situación en la que el cien por cien de las baterías de mis vehículos eléctricos se producen en Asia", ha indicado Macron. Según el dirigente, tanto la industria francesa como la europea necesitan una llamada de atención ante el empuje de las empresas asiáticas. China cuenta con un plan integral para dominar este mercado que no se queda solo en la fabricación de baterías sino en toda la cadena de valor que implica el mercado de la movilidad eléctrica.
Actualmente tanto la china CATL como las coreanas LG Chem y Samsung SDI, cuentan con un porcentaje muy elevado del mercado de baterías de vehículos eléctricos mundial. Europa no tiene una producción significativa de celdas, aunque algunos de los fabricantes del Viejo Continente, han optado por la fabricación de sus propias baterías, como es el caso del Grupo Daimler.
Europa se ha puesto como objetivo alcanzar el 30% de la producción mundial de baterías en 2030. Para ello cuenta con el establecimiento de múltiples consorcios en los que intervendrá tanto la iniciativa privada como la pública. En este contexto, los fabricantes franceses se han mostrado muy interesados en esta iniciativa. El Grupo PSA mostró su apoyo el año pasado para crear un fabricante de baterías europeo. Igualmente, Renault, cuyo suministrador principal actualmente es LG Chem, se mostró dispuesto a comprar sus baterías a un proveedor local a medida que aumenta su oferta de vehículos eléctricos.
El plan anunciado por Macron tiene como objetivo incrementar los objetivos de venta de vehículos eléctricos en Francia, por lo que incluirá programas para facilitar la instalación de puntos de recarga y el aumento de las ayudas a la compra de vehículos eléctricos.
