Estados Unidos, en un movimiento por potenciar la fabricación de vehículos eléctricos en su territorio, otorgará beneficios fiscales a las compañías estadounidenses que fabriquen vehículos eléctricos y baterías en Estados Unidos, lo que supondrá más ingresos y una respuesta más masiva en la adquisición de coches nacionales en su mercado. Tras este anuncio, Francia ha dicho que la Unión Europea debería considerar la aplicación de unos subsidios similares para vehículos eléctricos fabricados en el viejo continente.
A los clientes particulares, dichas ayudas en Estados Unidos alcanzan los 7.500 dólares bajo la condición de que estos vehículos en cuestión hayan sido fabricados localmente, y no utilicen componentes provenientes de China, Rusia y "otras entidades extranjeras de interés". Para facilitar la decisión de los compradores norteamericanos, el propio Gobierno de Estados Unidos publicó una lista de vehículos de 2022 y 2023 que cumplirán con estos requisitos. Entre ellos se encuentra los modelos de la marca Rivian, Lucid Motors, Tesla, Ford o algunos vehículos híbridos enchufables de BMW, entre otros.
Esta decisión ha detonado cierto temor en Europa, ya que los vehículos fabricados en este continente podrían ver perjudicadas sus ventas en Estados Unidos. Es por ello que Bruno Le Maire, Ministro de Finanzas de Francia, ha lanzado una petición a la Unión Europea para copiar estos subsidios e incentivar la fabricación de vehículos eléctricos en Europa, sirviendo así de protección a las firmas que apuestan por esta unión de países.
"Puede que sea el momento de reservar bonos de vehículos eléctricos para automóviles producidos en territorio europeo o para vehículos que cumplan estricta y rigurosamente con los nuevos estándares ambientales", afirmó el ministro francés en su intervención en la sesión informativa sobre presupuestos de 2023 celebrada el pasado lunes 26 de septiembre. "Necesitamos jugar con las mismas reglas si queremos defender nuestras industrias, nuestros trabajos y nuestra tecnología", insistió.
Francia actualmente provee de ayudas estatales a la compra de coches eléctricos por un máximo de 6.000 euros para vehículos con un valor de hasta 47.000 euros, algo muy similar a lo que posee España con el Plan MOVES III. Adicionalmente también ofrecen ayudas adicionales bajo un programa de desguace para modelos con motor de combustión.
Actualmente Francia y Alemania están viendo como algunos de sus puestos de trabajo dedicados históricamente al mercado de coches térmicos debe evolucionar hacia la tecnología eléctrica. En ambos países se está llevando a cabo un impulso político para acoger el desarrollo y fabricación de baterías como sustitución de la industria automovilística anterior. Esto prometen que supondrá hasta el 40% del valor de un modelo eléctrico. En los primeros 7 meses de 2022, las ventas de eléctricos supusieron un 12% del total de matriculaciones en Francia.
Por ello, Francia ve cómo los productos fabricados en su país podrían llegar a sufrir ciertos problemas si no se actúa de forma concreta sobre los componentes o los vehículos producidos en la región. "Creo que es la hora de que comencemos a pensar en esta idea en Europa", concluyó Le Maire en su intervención.