El hidrógeno y la energía tienen una larga historia compartida: los primeros motores de combustión interna de hace más de 200 años se convirtieron en una parte integral de la moderna industria de refinación. Es ligero, almacenable, de alta densidad energética y no produce emisiones directas de contaminantes o gases de efecto invernadero. Pero para que el hidrógeno haga una contribución significativa a las transiciones de energía limpia, debe adoptarse en sectores donde está casi completamente ausente, como el transporte, los edificios y la generación de energía.
Según la AIE, es el momento adecuado para aprovechar el potencial del hidrógeno para desempeñar un papel clave en un futuro energético limpio, seguro y asequible.
El estudio en profundidad, que analiza la situación actual del hidrógeno y ofrece orientación sobre su desarrollo futuro, fue lanzado por el Dr. Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE, junto con el Sr. Hiroshige Seko, Ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, con ocasión de la reunión de ministros de energía y medio ambiente del G20 en Karuizawa, Japón.
El informe encuentra que el hidrógeno limpio está actualmente disfrutando de un impulso político y empresarial sin precedentes, con un número de políticas y proyectos en todo el mundo que se están expandiendo rápidamente. Concluye que ahora es el momento de ampliar las tecnologías y reducir los costos para permitir que el hidrógeno se utilice ampliamente. Las recomendaciones pragmáticas y accionables que se proporcionan a los gobiernos y la industria permitirán aprovechar al máximo este impulso creciente.
El hidrógeno puede ayudar a enfrentar diversos desafíos energéticos críticos, como ayudar a almacenar la producción variable de fuentes renovables como la energía solar fotovoltaica y el viento para satisfacer mejor la demanda. Ofrece formas de descarbonizar una gama de sectores, como el transporte de larga distancia, los productos químicos y el hierro y el acero, donde resulta difícil reducir significativamente las emisiones. También puede ayudar a mejorar la calidad del aire y fortalecer la seguridad energética.
Una amplia variedad de combustibles pueden producir hidrógeno, incluyendo energías renovables, energía nuclear, gas natural, carbón y petróleo. El hidrógeno puede ser transportado como gas por tuberías o en forma líquida por los buques, al igual que el gas natural licuado (GNL). También puede transformarse en electricidad y metano para alimentar la industria de hogares y piensos, y en combustibles para automóviles, camiones, barcos y aviones.
"El hidrógeno está disfrutando hoy de un impulso sin precedentes, impulsado por los gobiernos que importan y exportan energía, así como por la industria de energías renovables, los servicios públicos de electricidad y gas, los fabricantes de automóviles, las compañías de petróleo y gas, las principales empresas de tecnología y las grandes ciudades", dijo el Dr. Birol. "El mundo no debe perder esta oportunidad única de hacer del hidrógeno una parte importante de nuestro futuro energético limpio y seguro".
Las 7 recomendaciones clave de la AIE
Para aprovechar este impulso, el informe de la AIE ofrece siete recomendaciones clave para ayudar a los gobiernos, las empresas y otras partes interesadas a ampliar los proyectos de hidrógeno en todo el mundo. Estas incluyen cuatro áreas donde las acciones de hoy pueden ayudar a sentar las bases para el crecimiento de una industria global de hidrógeno limpio en los próximos años:
- Hacer de los puertos industriales los centros nerviosos para ampliar el uso de hidrógeno limpio;
- Aprovechar la infraestructura existente, como las tuberías de gas natural;
- Expandiendo el uso del hidrógeno en el transporte, usándolo para impulsar autos, camiones y autobuses que se ejecutan en rutas clave; y
- Lanzamiento de las primeras rutas marítimas internacionales del comercio del hidrógeno.
El informe señala que el hidrógeno aún enfrenta desafíos importantes. La producción de hidrógeno a partir de energía baja en carbono es costosa en este momento, el desarrollo de la infraestructura de hidrógeno es lento y frena la adopción generalizada, y algunas regulaciones actualmente limitan el desarrollo de una industria de hidrógeno limpio.
Hoy en día, el hidrógeno ya se está utilizando a escala industrial, pero se suministra casi en su totalidad con gas natural y carbón. Su producción, principalmente para las industrias químicas y de refinación, es responsable de 830 millones de toneladas de emisiones de CO 2 por año. Eso es el equivalente a las emisiones anuales de carbono del Reino Unido e Indonesia combinadas.
Reducir las emisiones de la producción de hidrógeno existente es un desafío, pero también representa una oportunidad para aumentar la escala de hidrógeno limpio en todo el mundo. Un enfoque es capturar y almacenar o utilizar el CO 2 de la producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles. Actualmente hay varias instalaciones industriales en todo el mundo que utilizan este proceso, y hay más en trámite, pero se requiere un número mucho mayor para tener un impacto significativo.
Otro enfoque es que las industrias aseguren mayores suministros de hidrógeno a partir de electricidad limpia. En las últimas dos décadas, más de 200 proyectos han comenzado a operar para convertir la electricidad y el agua en hidrógeno para reducir las emisiones, provenientes del transporte, el uso del gas natural y los sectores industriales, o para apoyar la integración de las energías renovables en el sistema energético.
Otro desafío importante es ampliar el uso de hidrógeno limpio en otros sectores, como automóviles, camiones, edificios de acero y calefacción. Actualmente hay alrededor de 11,200 autos impulsados por hidrógeno en la carretera en todo el mundo. Los objetivos gubernamentales existentes exigen que ese número aumente a 2.5 millones para 2030.
Los responsables políticos deben asegurarse de que las condiciones del mercado estén bien adaptadas para alcanzar objetivos tan ambiciosos. Los recientes éxitos de la energía solar fotovoltaica, el viento, las baterías y los vehículos eléctricos han demostrado que las políticas y la innovación tecnológica tienen el poder de construir industrias globales de energía limpia.
Como la principal autoridad energética del mundo que cubre todos los combustibles y todas las tecnologías, la AIE dice que está en una posición ideal para ayudar a configurar la política global sobre el hidrógeno.
Más allá de este informe, la AIE seguirá centrada en el hidrógeno, ampliando aún más su experiencia para monitorear el progreso y proporcionar orientación sobre tecnologías, políticas y diseño de mercado. La AIE dijo que continuará trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos y todas las demás partes interesadas para apoyar los esfuerzos para aprovechar al máximo el potencial del hidrógeno.