La compañía barcelonesa de motosharing Gecco ha arrancado su actividad en Barcelona con la puesta en marcha de 348 scooters eléctricos con el objetivo de afianzarse en la ciudad y poder aumentar esta cifra en un futuro.
Gecco ha apostado por Barcelona y, desde este mes de julio, ofrece a los usuarios de motosharing de la ciudad una flota de motos eléctricas pensadas para uno o dos pasajeros que alcanzan los 45 km/h y han estado fabricadas íntegramente en Europa.
El proyecto lo lidera Damien Harris, quien cuenta con experiencia previa en el sector de la movilidad urbana en Barcelona como fundador de GoCar España, la empresa de alquiler de vehículos biplaza dirigida a turistas, participando en el proceso de desarrollo y expansión durante más de once años.
Según Damien, “la nueva tendencia es que el consumidor esté menos preocupado por un vehículo en propiedad y a la vez está más concienciado por el medio ambiente”. El resultado para él es que “la penetración del motosharing en la capital catalana se está convirtiendo en una opción cada vez más demandada, pues permite que sus ciudadanos puedan moverse de una forma más práctica y ecológica, sin tener que disponer de una moto propia, casco, seguro o plaza de parking, puesto que pueden estacionarse en la calle en zonas habilitadas para motos”.
En cuanto a su funcionamiento, es tan sencillo como descargarse la app de Gecco, crearse una cuenta, reservar la moto, disfrutar del trayecto y devolverla en cualquier lugar de Barcelona, siempre y cuando se encuentre dentro del perímetro que marca la app. Asimismo, la compañía proporciona un seguro que dará cobertura al pasajero durante su trayecto.
Además, la compañía ofrece tres tipos opciones de precio adaptándose a los diferentes estilos de vida de los usuarios: precio estándar de 0,28 euros/minuto para viajes individuales, tarifa plana de 39 euros/mes que permite al pasajero disfrutar de 25 minutos de trayecto al día y paquetes de minutos con descuentos de hasta el 30%.
Otra ventaja con la que cuentan, es que el servicio se puede pausar sin límite de minutos (se aplica un cargo) y volver a reanudar después, sin tener que volver a reservar el scooter otra vez. Así, si uno debe interrumpir su trayecto para acercarse a una tienda o a una cafetería, puede parar el vehículo, pausar el trayecto en la app y, posteriormente reanudarlo, como ocurriría con su propio vehículo privado.