Si echamos la vista atrás, no muy atrás, descubriremos que los chinos han sido maestros en el arte de la réplica. Visitar sus exóticas tierras supone tener a pie de calle algunas de las copias mejor hechas del mundo. No sólo hablamos de relojes, bolsos o tecnología, también de coches. En las décadas de los 90 y los 2000, la incipiente industria automovilística china se basaba en copiar coches de BMW, Mercedes o Audi. Aquellas imitaciones, de dudosa calidad, son parte del pasado. Hoy los chinos van mucho más allá y son capaces de inspirarse y mejorar lo que se hace en occidente. Eso es lo que tiene intención de realizar el Grupo Geely.
De vez en cuando, el sector de la automoción descubre un nuevo proceso o una nueva tecnología capaz de revolucionar el mercado. El verdadero éxito de Henry Ford no fue el coche asequible, sino la cadena de montaje que permitió fabricar coches más deprisa y baratos. Durante un siglo, lo aprendido en Michigan fue exportado al resto del mundo con exitosos resultados. Los procesos de construcción de un coche fueron mejorando, puliendo detalles y aumentando la eficiencia, hasta que llegó Tesla y lo cambió todo. Los americanos dieron un paso adelante.
Cuando se incrementa la velocidad de construcción, se aumenta el volumen y, cuanto mayor sea el volumen, más barato sale la producción. Esta cadena de eslabones necesita optimizar cada proceso para así lograr la máxima rentabilidad. Durante los últimos años, Tesla ha basado su modelo de construcción en las conocidas como Giga Press. Enormes hornos de fundición capaces de estampar complejas piezas de metal en apenas minutos. La más grande del mundo ya está instalada en Austin. Ya no son necesarios complejos soldadores robotizados que unen piezas mediante puntos de fijación. Basta con meter una plancha de metal y que esta se estampe mediante el efecto de una enorme presión.
Copia o inspiración y mejora
Gracias a este avance, Tesla ha podido incrementar el ritmo de producción en sus cadenas de montaje dejando obsoleto cualquier sistema anterior. La ventaja de los de Austin es que partían de cero y no tenían que adaptar complejas líneas ya instaladas como sí tienen que hacer sus rivales. Otros que no tienen ese problema son los chinos. El Grupo Geely es joven, pero aprende deprisa. Entre sus filas aparecen marcas ilustres como Volvo, Polestar, Lotus, Zeekr y muchas más. Algunas compañías muy conocidas y otras que se están descubriendo al mundo gracias a la movilidad eléctrica. A Geely, como buena empresa china que es, le puede la impaciencia y necesita optimizar sus tiempos.
Para eso, nada mejor que copiar lo que saben que funciona. El Grupo Geely quiere aprender de Tesla y replicar sus Giga Press para conformar grandes piezas de metal en apenas unos minutos. El primer modelo en emplear este sistema será el más grande de la casa, el Zeekr 009. El jefe de Tecnología de Fabricación de Geely para Zeekr, Jiang Kehong, ya ha confirmado que Geely está utilizando el método de fundición a presión para producir piezas de aluminio para la parte inferior de la carrocería del monovolumen. También ha advertido de que no será el único en disfrutar de este formato.
Kehong ha explicado que el uso de los grandes hornos de fundición no sólo aceleran la velocidad de producción, sino que eliminan algunos inconvenientes que hasta ahora hemos conocido. 800 puntos de soldadura menos por vehículo que ayudan a aumentar la rigidez y, de paso, a ahorrar algo de peso.
Geely no son los únicos en copiar este formato. NIO y XPeng ya han confirmado sus mismas intenciones, mientras que Volkswagen está empezando a coquetear con las primeras piezas impresas. Incluso Toyota ha mostrado su fascinación por el método Tesla, describiéndolo como una obra de arte.
