General Motors quiere convertirse en uno de los líderes del mercado de la movilidad eléctrica. Tras pasar unos años delicados, la compañía americana pone toda su atención en los vehículos eléctricos. Su estrategia a medio y largo plazo pasa por el lanzamiento y producción de modelos 100% eléctricos. Para cumplir con ese objetivo, General Motor ha anunciado una inversión de 7.000 millones de dólares en cuatro instalaciones para la producción en Michigan.
Los planes de GM son cuando menos, ambiciosos. De cero a cien, en poco menos de cuatro años espera electrificar todo lo que caiga en sus manos. Coches, barcos, maquinaria… Todo. Para ello requerirá de una base sólida de instalaciones que sea capaz de producir toda una nueva hornada de productos eléctricos. Los 7.000 millones que plantea invertir suponen el mayor gasto que hayan realizado en la historia de la compañía. Si eso no es tomárselo en serio, no sabemos qué lo será.
Siempre se ha comentado y especulado que la electrificación supondría la pérdida de puestos de trabajo, pero nada más lejos de la realidad. Con su estrategia de electrificación, General Motors espera ampliar su plantilla con 4.000 nuevos puestos de trabajo, conservando 1.000 de los actuales. Las baterías, su producción y las instalaciones se comerán gran parte del presupuesto. Otra gran parte se destinará a la adaptación de viejas líneas a modernas instalaciones para vehículos eléctricos.
La futura fábrica de Ultium Cells, la joint venture de LG Energy Solution y General Motors, tiene prevista su apertura en 2024.
El primer gran paso es levantar una gran planta de baterías en Lansing, Michigan. Un centro del que saldrá la última generación de baterías Ultium. De la mano de su socio LG Energy, la planta se comerá 2.600 millones del presupuesto, y será la tercera instalación que se encarguen de producir baterías Ultium. Los preparativos comenzarán este mismo año, y se espera que para finales de 2024 ya esté operativa, suministrando baterías a líneas de General Motors.
Otros 4.000 millones de dólares se destinarán al acondicionamiento y adaptación de la planta de ensamblaje de Orion Township, en Michigan. Su conversión permitirá a GM tener un centro de última generación donde se producirán las nuevas pick-up eléctricas de la compañía; la Chevrolet Silverado EV y la GMC Sierra eléctrica. Durante esa conversión la planta seguirá con la producción de los actuales Chevrolet Bolt, pero las líneas requieren actualizarse al formato más grande de las pick-up.
Por último, y no menos importante, General Motors aspira a tener una capacidad productiva de un millón de vehículos eléctricos en el año 2025. En apenas tres años los americanos pasarán de apenas ofrecer modelos eléctricos a toda una flota donde destacará la presencia de sus camionetas eléctricas, del Hummer EV y del Cadillac Lyriq. Todo esto es lo que se ha confirmado por el momento, aunque está claro que para convertirse en líderes de ventas necesitarán mucho más catálogo eléctrico.