Construir una fábrica es como tener un hijo. Aunque solemos pensar que resulta tan sencillo como construir y empezar a fabricar, la verdad es que es un proceso de lo más complejo y enrevesado. La burocracia tiene sus ritmos, y si no que se lo digan a Tesla. Los norteamericanos ven la luz al final del túnel en su Gigafactoría de Berlín: las autoridades alemanas han confirmado que la nueva planta se encuentra en la fase final del proceso de aprobación. Ya queda menos.
Elon Musk se las prometía muy felices cuando anunció la construcción de la primera fábrica en el continente europeo. Los, por entonces, californianos se mostraron muy animados ante la perspectiva de poder producir sus vehículos en el entorno del viejo continente, aunque no pronosticaron las excesivas complejidades a las que tendría que hacer frente a lo largo de todo el proceso. Una infraestructura que ha tenido problemas antes incluso de iniciar su construcción.
La Gigafactoría de Berlín ha tenido que luchar por nacer. Los problemas han provocado numerosos retrasos en la construcción. De hecho, si todos los planes hubiesen seguido su ritmo previsto, hace meses que la producción estaría en marcha. Lamentablemente no ha podido ser así, y para compensar el retraso, los Tesla Model Y que se tenía pensado fabricar en Berlín están siendo sustituidos por modelos procedentes de la Gigafactoría de China, la cual ha tenido que duplicar sus esfuerzos para atender las carencias de la fábrica europea.
Durante los últimos meses, y con la intención de estar operativos en el menor tiempo posible una vez recibida la autorización de producción, Tesla ha recibido la autorización para fabricar un par de miles de unidades del Model Y a modo de prueba. Vehículos de ensayo de la cadena de montaje que no podrán ser vendidos pero que sirven para ajustar toda la línea de producción, incluyendo la fábrica anexa de baterías ubicada en Grünheide, a las afueras de Berlín.
Según informan las autoridades, el proyecto berlinés está en su fase final de construcción. La complicada burocracia europea y alemana está a punto de concluir, y se espera que esta misma semana reciba el visto bueno definitivo que permitiría a Tesla iniciar la producción cuanto antes. Se estima que, de cerrarse los últimos flecos abiertos, la Gigafactoría de Berlín podría inaugurarse oficialmente en torno al 22 o 23 de este mismo mes de marzo.
Ha sido un proceso más doloroso de lo inicialmente previsto por la compañía de Elon Musk. Informaciones cruzadas y muchos rumores han rodeado en todo momento al levantamiento de la gigantesca infraestructura. A pesar de ello, Tesla sabe de la importancia de la Gigafactoría, y tiene grandes planes para ella. La producción del Model Y europeo sólo es el pistoletazo de salida. Se espera que las unidades alemanas muestren mejores detalles de acabado, tal y como exige el comprador medio europeo. Tesla sabe de esto, y sirva como ejemplo el autoproclamado taller de pintura más avanzado del mundo.