El Grupo BMW está adaptando sus instalaciones para fabricar, en una misma línea de montaje, vehículos con diferentes tecnologías de propulsión en lugar de construir estructuras de producción separadas para las variantes electrificadas. Esta estrategia requiere realizar una serie de ajustes que, en el caso de la planta de Múnich, donde tiene prevista la fabricación del nuevo BMW i4 a partir de 2021, supone una inversión de cerca de 200 millones de euros.
BMW está convencido de que esta estrategia es la más acertada para hacer frente a un mercado futuro dominado por la multiplicación de las tecnologías. Por esa razón necesita flexibilizar sus estructuras de producción. Sin embargo, esta no es una tarea sencilla. Según Robert Engelhorn, jefe de la planta de Múnich, "integrar un vehículo completamente eléctrico en un sistema de producción existente durante la producción es una tarea hercúlea".
El BMW i4 se fabricará en Múnich a partir de 2021.
La incorporación de BMW i4 a la línea de producción requiere medidas exhaustivas, especialmente en las áreas de carrocería y montaje. El equipo de especialista en sistemas industriales ha tenido que planificar el diseño de las líneas de montaje de manera que los más de 1.000 robots que intervienen sean capaces de ensamblar las carrocerías de los modelos de la serie 3, la serie 4 y M4 y la del BMW i4.
El concepto de la carrocería de este modelo difiere significativamente de las arquitecturas del resto de los que se producen en Múnich. Por ejemplo, la batería de alto voltaje del BMW i4, situada en la parte baja, requiere que el ensamblaje de esta zona se realice de forma completamente independiente. Además para poder transportarla hasta el punto de montaje es necesario incorporar un sistema que incluye un transportador de gran tamaño, que requiere la reserva de espacios y carriles, en una instalación ya de por sí limitada en amplitud.
En las líneas de producción de la planta de Múnich de BMW inrervienen más de 1.000 robots.
El esfuerzo logístico para el suministro de materiales también supone un trabajo considerable, ya que muchos de los componentes del i4 difieren de los de los vehículos convencionales. Esto significa un flujo adicional de piezas que deben controlarse.
Y además, la séptima generación del BMW Serie 3
Desde 2015, la planta de Múnich ha estado preparándose para acometer la fabricación de la séptima generación del BMW Serie 3. Para hacer frente a las numerosas innovaciones y la mayor complejidad del nuevo modelo, BMW Group ha invertido más de 700 millones de euros en Múnich en los últimos tres años, expandiendo la zona de ensamblaje y poniendo en marcha un nuevo taller de pintura. Paralelamente la planta se está preparando para el inicio de la producción del BMW Serie 3 híbrido enchufable el próximo año. Esta variante incorpora varias modificaciones conceptuales respecto a su predecesor, lo que lleva a alterar de forma significativa el proceso de producción. Según Engelhorn, la planta de Múnich tiene que estar preparada para una gran demanda de este modelo. BMW calcula que la tercera parte de las unidades que se vendan del Serie 3, se corresponderán con la variante híbrida enchufable.