Francia y Alemania solicitaron a la Comisión Europea la aprobación de subsidios estatales para crear un consorcio de baterías que involucra al Grupo PSA, su filial alemana Opel y el fabricante francés de baterías Saft, que forma parte del grupo energético Total. Los ministerios de economía de ambos países enviaron una carta a la Unión Europea pidiendo una rápida aprobación de los recursos, sin especificar la suma, según informó el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ).
Ambos países han destinado en total 1.700 millones de euros para respaldar las alianzas de las empresas con el fin de reducir la dependencia de los fabricantes de automóviles europeos de los proveedores asiáticos y, al mismo tiempo, proteger los empleos en riesgo que comportará el cambio del motor de combustión a la electricidad.
“Estamos esperando que Bruselas nos dé luz verde”, dijo un portavoz del ministerio de economía alemán. Por su parte, el ministro de economía de Alemania, Peter Altmaier, se reunirá el jueves en París con su homólogo francés, Bruno Le Maire, para discutir el asunto y seguir avanzando en la creación de nuevas alianzas en el sector de la batería.
Según el periódico alemán FAZ, la alianza PSA-Saft planea convertir una planta de Opel en Kaiserslautern, Alemania Occidental, en una fábrica de producción de baterías. A principios de año Saft también formó una alianza con sus socios europeos Siemens, Manz, Solvay y Umicore para investigar y desarrollar una nueva generación de baterías de alta densidad de iones de litio y de estado solido para el mercado de vehículos eléctricos.
Más de 30 empresas han solicitado fondos estatales al gobierno alemán para fabricar baterías, incluyendo Volkswagen, BMW, y los productores de baterías Varta y Northvolt, este último con sede en Suecia. Northvolt, además, ha destinado una inversión de 1.6 millones de dólares (1.4 millones de euros) para la construcción de una planta de baterías con una capacidad de producción planificada de 32 GWh para 2023.
La compañía sueca espera aprovechar la energía renovable, más barata en su país, para reducir el coste en la producción de los componentes de las celdas de baterías, incluyendo las baterías en estado sólido. De hecho, Northvolt tiene un potencial suministro local en la primera mina de litio de Europa, ubicada en Finlandia, que espera atraer a más clientes al ofrecer una extracción rastreable y respetuosa con el medio ambiente.
Aunado a ello, Northvolt y el Grupo Volkswagen anunciaron en marzo la creación de la “Unión Europea de la Batería” que cubrirá toda la cadena de valor de la batería, desde la producción de la materia prima, al reciclaje.
La falta de fabricación propia de celdas de baterías es una de las limitaciones de los fabricantes de automóviles europeos para expandir las ventas de sus vehículos eléctricos, según la firma de investigación Fitch Solutions. “La producción en masa de vehículos eléctricos en la UE se ve limitada por la falta de capacidad suficiente de producción de baterías. La importación de baterías desde Asia sigue siendo costosa”, dijo la consultora.
Actualmente, menos del 1% de la producción mundial de celdas de iones de litio proviene de Europa, pero esa cifra se verá incrementada en el futuro gracias a la inversión en territorio europeo de las compañías como LG Chem, Samsung SDI y SK Innovation, de Corea del Sur, y la china CATL. Los esfuerzos de estas empresas elevarán al 10 o 15% la porción europea en la producción de celdas a nivel mundial, de acuerdo a la consultora Avicenne Energy. Hoy en día, China es el máximo productor de celdas de litio, con un 60% de la fabricación mundial, seguida de Japón (17%) y Corea del Sur (15%).