España se suma al mercado y a la industria de los trenes movidos gracias al uso del hidrógeno. Este es un tipo de mecánica que, cada vez más asiduamente, se abraza a diferentes tipos de movilidad. Generalmente el uso de sistemas eléctricos por batería es el que más favor común está tomando, pero aún se siente limitado para ciertos vehículos de gran tonelaje como buques, trenes o aviones. Por ello, actualmente en nuestro país existen dos grandes grupos, formados por dos empresas cada uno, trabajando para sustituir las locomotoras diésel que aún circulan por la red ferroviaria de España.
Estos dos grandes grupos mencionados están compuestos, por un lado, por Talgo y Repsol, y por CAF e Iberdrola. Actualmente se han unido para desarrollar el mercado de las máquinas de tren movidas por hidrógeno, de cara a eliminar las locomotoras diésel con las que cuenta nuestro país.
España no es precisamente una de las regiones donde más predilección hay por las mecánicas diésel, ya que contamos con casi el 70% de nuestra red viaria electrificada, una proporción mayor que en países como Francia. Pero a nivel europeo, el 40% de la red de ferrocarril todavía no está electrificada. Existen alrededor de 80.000 kilómetros de vías por los que diariamente circulan miles de trenes diésel, a los que este conjunto de empresas tiene puesto el punto de mira.
En el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que presentó el Gobierno ya se trataba puntualmente el tema de dotar a la red ferroviaria de un mayor refuerzo eléctrico o, en su defecto, de proporcionar mecánicas de hidrógeno a las actuales máquinas diésel, de cara a garantizar unos niveles de emisiones de carbono netas. Otros países vecinos también han optado por este camino, como Francia, Alemania, Países Bajos, Austria o Francia. Este segmento actualmente se encuentra liderado en Europa por la compañía Alstom.
En nuestro país, CAF e Iberdrola lideran iniciativas donde se remarcan importantes esfuerzos sobre estrategias de I+D. Su plan principal pasa por dotar a la red ferroviaria para el transporte de personas y cargas industriales de una mecánica apropiada para su uso con hidrógeno verde. El proyecto de este grupo englobaría desde el suministro del material rodante y la infraestructura de repostaje hasta las propias plantas de producción del hidrógeno verde.
CAF ha lanzado un comunicado oficial en el que anuncia que el próximo mes de abril esperan comenzar con las primeras pruebas del nuevo tren desarrollado en Zaragoza en el marco del denominado proyecto FCH2RAIL. Este vehículo estará impulsado por hidrógeno verde suministrado directamente por su socio de iniciativa, Iberdrola. Dicho proyecto por el que han tomado un tren de cercanías de Renfe y se le ha instalado la nueva mecánica ya se encuentra en una avanzada fase de desarrollo.
Iberdrola, como suministradora de hidrógeno, dará cobertura de esta manera a través de su nueva planta ubicada en la Zona Franca de Barcelona y por la cual, paralelamente, suministra desde el pasado mes de enero a autobuses urbanos de TMB.
En el caso del segundo grupo empresarial, Talgo y Repsol, se han unido bajo la misma premisa que el grupo descrito anteriormente. Sobre Repsol, ya posee una planta dedicada al hidrógeno en Cartagena de cara a su empleo como materia prima para la industria. Durante el año 2020, la corporación ya anunció que desea dar prioridad al uso de este marcándose el objetivo de liderar el mercado en toda la península.
Talgo, por su parte, posee toda una completa línea de desarrollo de estos trenes movidos por hidrógeno gracias a su proyecto denominado Vittal One, el cual está enfocado en dotar de solución a las rutas de media distancia, trenes de cercanías, así como al transporte de mercancías. Todos estarán amparados bajo el empleo de la mecánica de hidrógeno. En este grupo, Talgo aportará toda su experiencia en el diseño, fabricación y desarrollo de los nuevos trenes, mientras que Repsol será la corporación encargada de la generación y el suministro de su combustible.
A pesar de estos ambiciosos planes de desarrollo de la tecnología de movilidad a base del hidrógeno, este avance aún deberá de asentarse en el mercado, principalmente de cara a disminuir el precio de venta del propio hidrógeno, el cual actualmente no puede competir con otras alternativas de combustibles fósiles. Iniciativas como la futura planta ubicada en Asturias, esperan disminuir el precio de venta hasta una media de 1,5 euros por kilos, una cifra notablemente inferior al coste de venta actual y que aún se presenta algo lejano de lograr.