Además de los medios de comunicación convencionales, las marcas -tanto de coches como de otros bienes y servicios- apuestan por las redes sociales como plataformas para publicitarse. Tanto es el poder de repercusión e influencia, y el potencial económico, de las redes sociales en nuestros días que Elon Musk ha gastado una verdadera fortuna para comprar Twitter. Pero la llegada de Musk, también propietario de Tesla, ha desatado otra batalla que tiene el coche eléctrico como piedra angular.
Las primeras consecuencias no han tardado en llegar. Este mismo fin de semana, General Motors ha anunciado que dejará de invertir en publicidad en Twitter tras la toma de posesión de Elon Musk como nuevo propietario de la red social del pájaro azul.
En un comunicado, General Motors ha dicho que «pausará» la publicidad en Twitter mientras evalúa la nueva dirección de la red social. «Estamos trabajando con Twitter para entender la dirección de la plataforma bajo su nueva propiedad. Como es normal cuando se produce un cambio significativo en una plataforma de medios, hemos suspendido temporalmente nuestra publicidad de pago».
La compañía estadounidense, una de las Tres Grandes de Detroit, no pagará por publicidad pero seguirá utilizando la red social para interactuar con sus clientes. No en vano, la interacción con los clientes por redes sociales es algo que ocurre con frecuencia y que se ha convertido en una extensión más de la atención al cliente en los tiempos actuales.
Aunque General Motors ha dicho que esta es una acción normal cuando hay «un cambio significativo» en una plataforma, lo cierto es que hay algo más: Elon Musk es también propietario de Tesla, el rival a batir cuando se habla de coches eléctricos y competencia directa de General Motors en el mercado estadounidense -donde GM tiene puesto el foco actualmente-. Los fabricantes de automóviles utilizan Twitter (entre otras redes sociales) para captar clientes, sin embargo no parece lo más idóneo pagarle a tu rival, aunque sea de manera indirecta, y dar lugar a un posible conflicto de intereses.
Tesla aparte, General Motors ha sido uno de los fabricantes que más intensamente ha apostado por el vehículo eléctrico recientemente. La compañía estadounidense invertirá más de 22.200 millones de euros en el desarrollo de vehículos eléctricos en los próximos cinco años, con la plataforma Ultium como eje angular. De hecho, General Motors volverá al mercado europeo y lo hará para vender coches eléctricos exclusivamente. La empresa tiene como objetivo fabricar un millón de vehículos eléctricos al año en 2025 y convertirse en uno de los mayores fabricantes de eléctricos del mundo, a la estela de Tesla.
Aunque de manera no oficial, Ford también ha dejado de invertir en publicidad en Twitter
Por su parte, Ford dijo a la CNBC que actualmente no se está anunciando en Twitter, pero que tampoco lo estaba haciendo antes del acuerdo de compra de Elon Musk. Sin embargo, usuarios de la plataforma pronto demostraron que se habían encontrado recientemente con tweets promocionados del CEO de Ford, Jim Farley. La compañía aseguró más tarde que no sabe cuándo fue la última vez que pagó por anuncios en la plataforma, ya sea a través de tweets promocionados o campañas con colaboradores. Dicho de otra manera, Ford también habría dejado recientemente de invertir en publicidad en Twitter. Como en el caso de General Motors, siguen interactuando con sus clientes y seguidores como de costumbre.
Otras empresas del sector como Stellantis no han hecho declaraciones al ser preguntadas sobre si planean suspender la publicidad o, llevado más al extremo, dejar de usar la plataforma a raíz de la compra por parte de Musk. Rivian, una de las compañías que intenta replicar el modelo de Tesla, tampoco ha hecho comentarios al respecto. El fabricante de camiones eléctricos Nikola dijo que no tenía planes de cambiar nada con respecto a su uso de Twitter.
El que sí movió ficha fue Henrik Fisker. El antiguo colaborador de Tesla, enemigo de Musk y actual director general de Fisker Inc., eliminó su cuenta de Twitter a principios de este año cuando el consejo de administración de Twitter aceptó la oferta de Musk. Fisker se fue de Twitter diciendo que no quería que su libertad de expresión fuese «administrada o controlada activamente por un competidor», y que este pudiera controlar cómo sus seguidores interactúan con Fisker a medida que intentaban hacer crecer su empresa.
El primer tweet de Elon Musk tras hacerse efectiva su compra, el pasado jueves 27, fue una carta abierta a los anunciantes. Entre otras cosas, Musk decía lo siguiente: «También creo firmemente que la publicidad, cuando se hace bien, puede deleitarte, entretenerte e informarte; puede mostrarte un servicio o producto o tratamiento médico que no sabías que existía, pero que es adecuado para ti. Para que esto sea cierto, es esencial mostrar a los usuarios de Twitter publicidad que sea lo más relevante posible para sus necesidades. Los anuncios de baja relevancia son spam, pero los de alta relevancia son realmente contenido. Fundamentalmente, Twitter aspira a ser la plataforma publicitaria más respetada del mundo que fortalezca tu marca y haga crecer tu empresa. A todos los que se han asociado con nosotros, les doy las gracias. Construyamos juntos algo extraordinario».