Que Apple se adentre en el sector de la automoción, según el máximo responsable del Grupo Volkwagen, Herbert Diess, es un paso totalmente lógico. Y lo comenta justificándose en la experiencia en software y baterías de los que dispone Apple y el cambio de rumbo que está tomando la industria.
Y es que la sigilosa y lenta entrada de Apple en el mundo del automóvil está dejando tras de sí una hilera de titulares, cuanto menos, inciertos. De lo último que se tienen datos del porvenir de la compañía de la manzana mordida en el sector de la automoción es que después de su fallido trato con Hyundai y KIA, habrían recurrido a Nissan, que también ha rechazado la posibilidad de fabricar el coche eléctrico y autónomo de Apple ya que tienen claro que su cometido dentro del sector de la automoción.
Y es que Apple simplemente quiere un socio que, sin más, fabrique su coche eléctrico. Pero ninguna firma se presta a ello sin obtener algo a cambio, y si bien Apple consta de una codiciada tecnología de conducción autónoma, parece que no están dispuestos a compartirla.
Ha comentado Herbert Diess sobre la entrada de Apple en juego: "Es un paso muy lógico dados sus recursos en el campo del software, baterías y diseño. Pero a pesar de eso no tenemos miedo". También comentaba públicamente el directivo alemán, que descarta la posibilidad de que ninguna de sus marcas actúe como fabricante para una tercera empresa, lanzando un dardo directo a Apple para que, en vistas a un potencial acuerdo de fabricación, la firma americana se ahorre preguntar a ninguna del Grupo Volkswagen.
De momento Apple sigue teniendo un futuro incierto dentro del sector de la automoción, y dada la nula disposición del fabricante americano a subcontratar la fabricación de su coche eléctrico autónomo a cambio de tecnología, cobra más sentido y posibilidades que acabe haciéndolo a la fuerza.
Y es que una de las posibilidades que se barajaban en un principio y que cada vez está tomando más fuerza, es que Apple, directamente, adquiera la totalidad o gran parte del accionariado de un fabricante de pequeño o mediano tamaño para calzar la producción de su coche eléctrico en una de las fábricas de la firma en cuestión.
Entre los nombres que sonaban estaba Nissan, que ha quedado descartada ya que un directivo ha comentado al Financial Times que de ninguna manera van a cambiar la manera en la que diseñar, desarrollan y fabrican sus coches. Otras firmas que se comercializan globalmente como Mazda y Mitsubishi se plantean como potenciales víctimas de la sed de Apple, mientras que una asociación con fabricantes como Foxxcon o Magna Steyr tampoco se descarta.