Fueron varios los modelos que iniciaron la tendencia SUV entre finales de los 90 y principios de los 2000. El Toyota RAV4, el Honda HR-V o el Renault Scénic RX-4 estuvieron estaban entre esos modelos que conformaron el germen de los todocamino que hoy y día imperan en nuestras carreteras. Sin embargo, se puede decir que el autor del formato SUV que conocemos hoy día (coche familiar y compacto con cierta altura libre al suelo) es el protagonista de las siguientes líneas, que además es un curioso coche híbrido en una de sus variantes mecánicas.
Se trata del Nissan Qashqai, un modelo que ya va por su tercera generación. Aunque en la última de sus iteraciones el éxito ha sudo más comedido, sólo en España ha puesto más de 325.000 unidades en las calles, mientras que se han fabricado más de tres millones de unidades en total.
Además, en esta tercera generación el Qashqai estrena y aunque comparte plataforma con el Renault Austral, lo cierto es que la manera de entender una mecánica híbrida de últimmecánica híbrida de la mano de su variante e-Power,a generación por parte de cada marca no puede ser más distinta.
Si en Renault han optado por evolucionar el esquema híbrido cuya transmisión funciona sin embrague, Nissan lo que ha hecho con su sistema e-Power es relegar al motor de gasolina a ejercer la función de generador eléctrico para recargar la batería (tal cual), ya que la potencia sólo se puede transferir a las ruedas a través del motor eléctrico. Este funcionamiento, pues, hace que el nuevo Qashqai e-Power entregue la potencia como un coche 100 % eléctrico, pues el motor térmico no interfiere en el tren de potencia.
Profundizando un poco más, estamos ante una batería de 2,1 kWh de capacidad, que es ligeramente superior a lo habitual en un coche híbrido, aunque siempre pequeña en comparación con un eléctrico o híbrido enchufable. Cuando no dispone de carga para mandar al motor eléctrico, la energía se transfiere directamente desde el motor de gasolina (un tres cilindros turboalimentado de 154 CV) al motor eléctrico, que está apostado de manera delantera-transversal, rindiendo 190 CV y 330 Nm de par motor.
En cuanto a prestaciones, es capaz de alcanzar los 170 kilómetros por hora, mientras que detiene el crono en los 7,9 segundos para acelerar desde parado hasta los cien kilómetros por hora. En lo relativo a consumos, homologa de media 5,3 litros, que no es una cifra brillante, aunque sí correcta.
Por proporciones de su carrocería, el Qashqai de cuarta generación puede parecer que coquetea con el segmento D, aunque sigue tratándose de un C-SUV que como mayores rivales tiene al mencionado Renault Austral, al Alfa Romeo Tonale, KIA Sportage o Hyundai Tucson. Mide 4,43 metros de largo, 1,85 de alto y 1,63 de alto, mientras que su maletero ofrece 479 litros, una capacidad más que correcta para su tamaño.
La variante más accesible del Qashqai e-Power parte en España desde 39.700 euros, aunque es fácil conseguir una rebaja gracias a los descuentos y promociones habituales de Nissan. La línea de equipamiento que encarna este precio es la N-Connecta, y de serie ofrece todo lo que se espera de un coche híbrido de este coste.
Entre los elementos de serie destaca, por ejemplo, llantas de Aleación 18 pulgadas, panel de instrumentación totalmente digital de 12,3 pulgadas y pantalla central de 9, Nissan Connected Services, cámara Inteligente de visión 360º con detección de objetos en movimiento, cargador inalámbrico de smartphone, faros LED delanteros y traseros y múltiples sistemas de ayuda a la conducción.