El Gobierno de Reino Unido ha confirmado que, tanto los coches como las furgonetas híbridas enchufables, quedarán excluidos de la prohibición a la circulación de vehículos gasolina y diésel que entrará en vigor en 2040. Esta prohibición permite la circulación únicamente a aquellos vehículos clasificados como de ultrabajas emisiones (ULEV). Según la reglamentación británica se incluyen en esta categoría los vehículos que emiten menos de 75 gramos de CO2 por kilómetro, entre los que se encuentra la mayoría de los híbridos enchufables. El objetivo del Gobierno es que al menos el 50% de las ventas de automóviles nuevos se categoricen como ULEV en 2030.
El Gobierno ha sido especialmente escrupuloso en la prohibición específica de tecnologías concretas. En su comunicado especifica que "la estrategia Road to Zero es tecnológicamente neutral y no especula sobre qué tecnologías podrían ayudar a cumplir los objetivos de 2040". Richard Harrington, subsecretario de negocios, energía y estrategia industrial, advirtió que "no es posible predecir que tecnología será la que proporcione al transporte la mayor cuota de energía sostenible en las próximas décadas".
El director de la Asociación de fabricantes y proveedores de motores de Reino Unido cree que el uso de motores de combustión, más allá de 2040, es esencial para una correcta transición de la industria hacia un transporte sin emisiones. "Nos complace que los responsables políticos hayan escuchado la llamada de la industria para evitar medidas preceptivas, lo que obstaculizaría la innovación y retendría el progreso" ha añadido, reconociendo que la transición debería ser liderada por la industria y los consumidores.
Road to Zero
La estrategia Road to Zero, centrada en el transporte por carretera, respalda esta prohibición para los vehículos más contaminantes. Además de reducir las emisiones nocivas y mejorar el medio ambiente, el objetivo paralelo es dirigir la inversión hacia tecnologías del automóvil más sostenibles, que permitirán al Reino Unido convertirse en el líder mundial de esta industria.
El Gobierno se ha comprometido a invertir 1.500 millones de libras (1.700 millones de euros) para apoyar a los vehículos ULEV hasta 2020. Entre las medidas que se están tomando está el incremento de puntos de recarga públicos a través de un fondo de inversión en infraestructura dotado de 400 millones de libras (452 millones de euros). Además dedicará otros 40 millones de libras (45 millones de euros) para desarrollar y probar la tecnología de recarga inalámbrica de bajo coste en la vía pública.
A estas medidas hay que sumar el subsidio para la compra de vehículos eléctricos de 4.500 libras (5.000 euros ) por cada operación y las 500 libras (535 euros) para la ayuda a la instalación del punto de carga vinculado.
Gracias a estas medidas las ventas de vehículos electrificados se está incrementado en los últimos meses en Reino Unido, donde ya circulan más de 150.000 vehículos calificados como ULEV. Ello representa una cuota del 0,4%, todavía muy lejos del objetivo para 2040, año en el que todos los coches tendrán que tener un enchufe.
