El Grupo Geely cuenta ya con un buen puñado de importantes e históricas marcas europeas bajo su paraguas, entre las que se encuentran Lotus, Volvo o Polestar, por ejemplo. Ahora sus miras están puestas directamente en Aston Martin, una compañía histórica dedicada a los vehículos de altas prestaciones y que en los últimos meses está teniendo una importante repercusión mediática gracias a los resultados en la alta competición, como la Fórmula 1.
El paraguas de Geely comenzó a aumentar en el año 2010, cuando la firma china adquirió el total de Volvo Cars a su anterior propietaria, Ford. Posteriormente, en 2015, también se hizo con la filial deportiva asociada a Volvo, Polestar. Finalmente, su sombra continuó creciendo en el año 2017 con la compra de Lotus. Todas estas absorciones han permitido a Geely conocer todos los entresijos y patentes de estas corporaciones, lo que le ha convertido en uno de los grupos automovilísticos más potentes de la era moderna.
Hasta ahora, Geely contaba con una participación del 7,6% de Aston Martin en una operación que se anunció el pasado mes de septiembre y que convirtió a la copañía china en el tercer mayor accionista de la británica. En un comunicado reciente, Geely ha comuniado que ha incrementado dicha participación hasta alcanzar el 17%.
Poco a poco, la intención de Geely es posicionarse como el mayor inversor de la compañía. El propio Eric Li, presidente y fundador del grupo chino, ha anunciado que tiene una alta “confianza en las perspectivas de crecimiento de la empresa, sus tecnologías y su equipo de gestión”. Ello indica que los orientales están muy enfocados en el hecho de poder compartir los avances entre ellos y la firma británica.
Con este importante incremento en la participación de Geely, Li espera “explorar sinergias tecnológicas conjuntas y nuevas oportunidades de crecimiento”. A esto, Lawrence Stroll, el mayor accionista en la actualidad, añadió que “Geely puede ofrecernos una comprensión profunda del mercado de crecimiento estratégico clave de China, así como la oportunidad de acceder a su gama de tecnologías eléctricas”.
Pese a todo, Aston Martin rechazó el pasado año 2022 una propuesta de inversión de Geely por más de 1.600 millones de dólares, porque habría supuesto que la compañía china se hubiese hecho con el control total de la marca británica, a lo que sus actuales propietarios mayoritarios se opusieron rotundamente. Aunque no ha sido publicada la nueva cantidad económica que Geely ha puesto sobre la mesa, sí parece que ha convencido más a los directivos británicos.
Queda claro que los chinos cuentan en su catálogo con una serie de avances importantes, especialmente en materia de electrificación. Con esto, Aston Martin podría tener acceso a componentes, como plataformas o motores eléctricos, que el grupo chino ya emplea en marcas como Lotus o Polestar. Recordemos que la británica pretende lanzar su primer coche 100% eléctrico en 2025. El apoyo de Geely podría ser sustancial de cara a la puesta a punto de este y otros vehículos que lleguen posteriormente.
A decir verdad, otras marcas que ya adquirió Geely han presentado una evolución más que positiva. Volvo, particularmente, ha crecido un 157% en los últimos meses gracias a su posicionamiento como marca prémium enfocada en la electrificación y en la seguridad. Polestar camina entre récords de matriculaciones y el lanzamiento de una completa familia de modelos para los próximos años. Algo muy similar también se espera para Lotus. Aston Martin podría ser un nuevo exponente en el éxito de los chinos si llegan a hacerse con la total propiedad de esta.