Con el ojo puesto en 2050 y el objetivo de lograr la neutralidad climática de la industria en España para tal año, el Gobierno ha lanzado la 'Hoja de Ruta del Hidrógeno' en la que se propone dar un fuerte empujón a la infraestructura española para dar sustento con el hidrógeno al transporte marítimo, ferroviario, por carretera (incluyendo vehículos ligeros y pesados) y a la aviación.
Un proyecto ambicioso, sí, pero en consonancia con el resto de países europeos. Repartida en 57 medidas (que se pueden consultar en la misma Hoja de Ruta) y tomando como base las tres fases dictadas por la Comosión Europea, la táctica del ejecutivo pasa por invertir un total de 8.900 millones de euros de aquí a 2050.
Mientras Alemania ya construye la primera hidrogenera dedicada a trenes, admite el gobierno español que aunque actualmente el parque móvil español alimentado por hidrógeno se limite sólo a doce coches, el objetivo es que entre 2020 y 2030 se reduzcan las emisiones en 4,6 millones de toneladas de CO2, siendo el protagonista el propio año 2030 con 1,1 millones toneladas de CO2.
Para la primera fase, que se da entre 2020 y 2024, se trabaja en instalación de al menos 6 GW de electrolizadores en la UE y la producción de hasta 1 millón de toneladas de hidrógeno renovable.
Estación de hidrógeno, o hidrogenera
Para el final de la segunda fase trazada por la Comisión Europea para 2030, España debería contar ya con al menos 4 GW de potencia de electrolizadores que se localizarán en las proximidades de los lugares de consumo. Para el transporte por tierra su objetivo sería contar ya en su parque móvil movido por hidrógeno con:
- Una flota de al menos 150-200 autobuses de pila de combustible de hidrógeno renovable en 2030 repartidos por todo el territorio nacional, con especial participación en las flotas de autobuses urbanos de ciudades de más de 100.000 habitantes.
- Parque móvil de al menos entre 5.000 y 7.500 vehículos ligeros y pesados de pila de combustible de hidrógeno para el transporte de mercancías en 2030.
- Red de al menos entre 100 y 150 hidrogeneras de acceso público en 2030 para el repostaje de los vehículos antes mencionados. Estas deben situarse en lugares fácilmente accesibles, repartidas por todo el territorio con una distancia máxima de 250 km entre cada una de las hidrogeneras y la hidrogenera que tenga más próxima.
- Uso en régimen continuo de trenes propulsados con hidrógeno en al menos dos líneas comerciales de media y larga distancia en vías actualmente no electrificadas.
- Introducción de maquinaria de handling que utilice pilas de combustible de hidrógeno renovable y de puntos de suministro en los cinco primeros puertos y aeropuertos en volumen de mercancías y pasajeros respectivamente.
En Industrias, para 2030, la contribución de hidrógeno renovable sería de mínimo un 25%, tanto en utilización del mismo como fuente de energía o como materia prima, porcentaje principalmente protagonizado por la industria química y la refinería. En el sector eléctrico y de almacenamiento de energía, se prevé la existencia de proyectos comerciales de hidrógeno operativos en 2030 para el almacenamiento de electricidad y/o aprovechamiento de la energía renovable según las orientaciones establecidas en la Estrategia de Almacenamiento.
Estas medidas por tanto, se centrarían en integrar principalmente el hidrógeno en sectores donde la electrificación no se adecue del todo a las necesidades profesionales que cada campo exige, principalmente en el transporte por carretera.
Para la tercera fase, y que se da desde 2030 hasta 2050, España aceleraría el desarrollo de una economía basada en la producción y aplicación del hidrógeno renovable. Además, en el país se producirá un aumento considerable de la potencia renovable instalada en España a partir de 2030, por lo que sería mucho más barato producir hidrógeno con electricidad renovable, ya que alrededor de una cuarta parte de la electricidad renovable podría usarse para la producción de hidrógeno renovable en 2050.
Con esta clara apuesto por el hidrógeno, dadas las buenas condiciones climáticas y las amplias superficies libres de implantación de energía renovable. para 2050 España pretende producir hidrógeno renovable por encima de lo que la demanda interna requiere, para así convertirse en exportador de dicha materia para el resto de países de la Unión Europea.
Con este necesario desembolso de cara a una puesta al día, de casi trescientos millones de euros por cada año hasta 2050, esperamos que en España no se dejen de lado las inversiones para infraestructuras de recargas para coches eléctricos por baterías, ya que recordemos, seguimos sin tener una infraestructura que de sustento a la movilidad de coches eléctricos por baterías.