Complicada tesitura en la que se encuentra Honda con su NSX dadas las intenciones que tiene para la próxima generación de su deportivo. El fabricante japonés pretende electrificar por completo el que hasta la fecha es el deportivo más famoso de su historia, el Honda NSX, dejando atrás el esquema híbrido convencional para dar paso a un esquema eléctrico puro.
Planes similares a los que uno de sus máximos rivales tiene preparado para, también, su máximo exponente en términos deportivos. Hablamos del Nissan GT-R y su quitan generación (conocida en sus círculos como R36). Y es que aunque en los últimos compases parecía que Nissan no tenía del todo claro qué rumbo toma con el planteamiento del GT-R en su próxima generación, la electrificación suena cada vez más para el deportivo de Hiroshima.
Ahora, sin embargo, es Honda la que toma el papel de protagonista en diferentes portadas a causa de la interpretación digital del artista italiano Fabio Ferrante, quien en su Instagram ha mostrado cómo, a manera de ver, debería ser la próxima generación del deportivo japonés.
Para dar forma a esta versión cien por cien eléctrica del NSX ha tomado el rasgo más característico de la primera generación del NSX y lo ha encajado en la zaga de su interpretación; el alargado grupo óptico trasero que subiendo hacia el alerón, en ambos extremos, acaba en forma triangular. Alerón que a juzgar por sus soportes con brazos neumáticos y codos, forma parte de un compendio de aerodinámica activa. El frontal, por su parte, luce unas aerodinámicas pero suaves proporciones.
Vista trasera de esta intepretación del NSX eléctrico.
La primera generación del NSX, comercializada entre finales de los 90 y principios de siglo, usó dos motores de tecnología VTEC, el primero de 3 litros de cilindrada y el segundo de 3.2, ambos de seis cilindros en V. La segunda generación, de 2016 hasta la actualidad, en su paso a la hibridación usó un motor central turboalimentado de 3,5 litros de cilindrada, también de seis cilindros y disposición en V. El esquema eléctrico quedaba representado por tres motores eléctricos, dos de ellos ubicados en el eje delantero y el restante adosado a la transmisión.
Una ventaja que añade optar por un tren de potencia completamente eléctrico es que brinda a los diseñadores una libertad de trabajo que antes no había dadas las proporciones que exige ubicar un motor térmico en posición central.
Mientras que las generaciones anteriores se basaban en torno a una filosofía de deportivo puro, marcada por la presencia del motor térmico central, para la próxima generación, cada vez tiene más peso la teoría de hacer un rival a medida para el Porsche Taycan. Todo ello sin dejar de lado la faceta prestacional, pero con una ejecución y planteamiento más práctico que los anteriores. Así también Honda favorecerá una mejor acogida comercial que justifique en mayor medida el desembolso necesario para dar salida a tal proyecto.
No se plantea ninguna fecha cercana para la llegada de este NSX, y los que se atreven a poner fecha no pronostican una llegada más temprana de 2024 a las calles, si bien antes Honda nos debería dejar ver alguna aproximación oficial de su próximo deportivo eléctrico.