Llevamos un tiempo hablando del Hyundai 45 EV Concept, el avance del próximo coche eléctrico de Hyundai bajo la marca Ioniq. Y sin embargo, el más especial lo hemos conocido en formato reducido, un Hyundai 45 eléctrico de juguete que servirá para ayudar a los pequeños pacientes del Hospital Infantil SJD de Barcelona.
Este Hyundai 45 EV en miniatura forma parte del proyecto 'Pequeñas Grandes e-Mociones' y se utilizará como apoyo al tratamiento de los pacientes del Hospital maternoinfantil Sant Joan de Déu, en Barcelona. A pesar del pequeño tamaño del coche y de sus conductores, hay una gran tecnología tras de sí con el nombre 'Control del Vehículo Adaptado a las Emociones' (EAVC por sus siglas en inglés).
Se trata de una tecnología basada en inteligencia artificial que optimiza el entorno del vehículo según la información que recibe, tanto del interior como del exterior del mismo. El desarrollo de esta tecnología forma parte de una investigación académica con el Laboratorio de Medios del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), EE.UU.
Un paciente del Hospital Infantil conduce el Hyundai 45 de juguete.
La tecnología EAVC monitoriza las expresiones faciales y la frecuencia cardíaca y respiratoria de su conductor/a, y combina estas lecturas con la información del vehículo, como la velocidad, la aceleración, el ruido y las vibraciones. A continuación, la tecnología procesa los datos utilizando el aprendizaje automático (o machine learning) para adecuar el entorno del vehículo a las emociones de la persona a bordo y actúa automáticamente en la iluminación, el climatizador, la música y el dispensador de fragancias.
Un vídeo publicado por la marca hace un seguimiento de un día de tratamiento de una pequeña paciente en el Hospital Infantil SJD. Inquieta al principio por la terapia, el hecho de subirse al coche y conducirlo parece reducir pronto su preocupación.
El coche interactúa con su pequeña "conductora" a través de varias tecnologías. Por ejemplo, un sistema de reconocimiento de emociones faciales en tiempo real (que utiliza una cámara instalada delante del asiento); un cinturón de ejercicios respiratorios envuelve el cuerpo y sus bolsas de aire aplican una suave presión para intentar reducir la ansiedad y estabilizar la respiración. El coche también equipa un acelerómetro y un sensor de monitorización de la frecuencia cardíaca.
En función de los inputs recibidos, la iluminación se enciende en verde, amarillo o rojo para reflejar el estado emocional de la niña, que de alguna manera ayuda a informar al personal sanitario del estado de ánimo o nerviosismo en que se encuentra el/la paciente en ese momento. Todavía hay más: el coche puede hacer burbujas para celebrar el progreso del menor en su terapia. ¿No es fantástico?
El mini Hyundai 45 de juguete puede ser pequeño pero incorpora mucha tecnología.
Hyundai ha donado al hospital este mini coche eléctrico, que se podrá utilizar para que los más pequeños puedan hacer más ameno el trayecto desde la cama hasta las salas de tratamiento, que está considerado como un viaje muy estresante para los niños por la incertidumbre y nerviosismo que normalmente les genera el hecho de acudir a la terapia.