La industria tiene la esperanza de ampliar los límites de la actual movilidad eléctrica. La necesidad de eliminar todo rastro de contaminación del transporte ha animado a la exploración de nuevas y novedosas tecnologías. Las baterías reciben casi toda la atención y todo el mundo da por hecho que las baterías de electrolito sólido son la próxima generación en llamar a las puertas. Hyundai piensa de esta forma y ya ha presentado una patente en Estados Unidos. No es una batería de estado sólido convencional, los coreanos aprovechan para introducir una novedad muy destacada y única.
A finales de esta década habrá sobre la mesa varios formatos de batería posible para alimentar la cada vez más extensa flota eléctrica. Las de iones de litio actuales basan su funcionamiento en la presencia de un electrolito líquido que separa el cátodo y el ánodo. Si bien muchos expertos consideran que todavía hay recorrido para mejorar su rendimiento con el empleo de nuevos materiales, las baterías de electrolito sólido prometen mejorar las características con un rendimiento optimizado, un menor peso y una mayor estabilidad y seguridad. No sufrirán ante impactos, pero hay varios inconvenientes que están lastrando su llegada y desarrollo.
Autonomías de más de 1.000 kilómetros y cargas completas en 15 minutos
La sustitución del electrolito requiere emplear materiales muy resistentes y especiales como el grafito. Elementos que en muchas ocasiones son caros de obtener y difíciles de conseguir. Ahí es donde hace acto de presencia el nuevo sistema patentado por Hyundai. Los coreanos están trabajando en una batería de electrolito sólido presurizada. El sistema aplica una presión constante a cada celda durante la carga y la descarga. Un fluido a presión isostática, controlado por un presurizador, se encarga de estabilizar la pila y sacar el máximo rendimiento. Tal y como especifican los diagramas adjuntos, un termostato se responsabiliza de medir la temperatura y mantener siempre el estado óptimo de la pila.
Los coreanos no están trabajando solos en este nuevo camino. Cuentan con la ayuda de Factorial Energy, un socio colaborador de la industria que también trabaja con otras grandes corporaciones, como es el Grupo Stellantis. Se trata de una de las compañías más experimentadas en baterías de estado sólido. Son varios los proyectos abiertos, aunque todavía no se han proporcionado fechas concretas de cuándo podría estar disponible la nueva y revolucionaria tecnología en los coches de producción en masa. Muchas fuentes apuntan a un uso generalizado, que no masivo, a finales de la actual década.
Muchas son las empresas que trabajan en esa misma ruta. Nissan ya ha adelantado que en 2028 espera sacar al mercado su primer coche eléctrico con batería de electrolito sólido. Sin embargo, como era de esperar, los chinos parecen llevar la delantera en estas cuestiones. El Grupo SAIC, uno de los mayores conglomerados automovilísticos del país, ha asegurado que en 2025 sacará a la venta su primer vehículo con pila de estado sólido. Todavía no hay mucha información al respecto, pero sí han avanzado una autonomía superior a los 1.000 kilómetros con un sistema de carga ultrarápida 4C. Eso quiere decir que será capaz de recuperar toda su autonomía en apenas 15 minutos de carga.
