Hyundai está desarrollando una versión de "altas prestaciones" del Kona basada en el motor de 2.0 litros y 250 CV de potencia del i30 N. Según publica la revista británica AutoExpress, Albert Biermann, responsable de la submarca deportiva 'N', ha ordenado a sus ingenieros que empiecen las pruebas con una mula dotada del motor a gasolina del i30 con la finalidad de crear "un Kona deportivo". Pero lo que no sé entiende es por qué Hyundai iba a crearlo si ya tiene un SUV de altas prestaciones en su catálogo, el Kona Electric.
Durante la presentación del SUV eléctrico, Hyundai reveló que este equipará un motor con 150 kW de potencia, los cuales se traducen en 204 CV "de los tradicionales". Esta versión tope de gama del Kona Electric ofrecerá una enorme fuerza par, cifrada en 395 Nm desde el primer momento en que pisamos el acelerador a fondo. Con tales cifras, la versión eléctrica del Hyundai Kona es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solamente 7,6 segundos, exactamente el mismo dato que registra el Golf GTE híbrido enchufable. Por supuesto, la autonomía eléctrica ya nunca más va a ser una excusa gracias a su batería de 64 kWh y los 470 kilómetros que homologa.
Render del posible aspecto de un Hyundai Kona N (Imagen: Avarvarii, AutoExpress)
Si tenemos en cuenta que el Hyundai i30 N con motor 2.0 TGDi a gasolina ofrece 250 CV de potencia a 6.000 vuetas por minuto y un pico de 353 Nm de fuerza par a 4.700 rpm, una versión del mismo motor montada sobre el Kona solamente haría que aumentar sus 6,4 segundos en el 0 a 100 km/h y los 7,1 litros a los cien de consumo medio debido a sus mayores dimensiones y peor rendimiento aerodinámico. Bajo esta tesitura, nos preguntamos qué sentido tiene incluir una versión a gasolina de altas prestaciones al catálogo de un automóvil que ya ofrece un nivel de rendimiento en pista prácticamente idéntico. Incluso el eléctrico, con casi 50 caballos de potencia menos, mejora la fuerza par del modelo a gasolina en 35 Nm. Mejor ni hablemos de las sensaciones y la patada instantánea que ofrece la conducción eléctrica en comparación con las limitaciones que podeos ver reflejadas en la curva de potencia de los motores térmicos.
Curva de potencia del Hyundai i30 N (Fuente: Hyundai)
Sin conocer los precios oficiales de una y otra versión del modelo, si partimos de que el i30 N cuesta 33.900 euros, resulta incomprensible como una versión 'N' del Kona tendría cabida en un catálogo donde ya existe un modelo tan interesante como el eléctrico –e incluso más divertido– y que difícilmente costará mucho más que el 'N' a gasolina. Y todo esto sin olvidar que el Kona Electric cuenta con innumerables ventajas a nivel de consumo energético, respeto al medio ambiente, aparcamiento gratuito en la zona azul de determinadas ciudades, incentivos a la compra, costes de mantenimiento irrisorios... Posiblemente nunca antes había estado tan clara cuál de las dos es la opción inteligente.