El Volkswagen Golf es reconocido en la historia del automóvil como el primer compacto que triunfó a nivel mundial. Con 50 años de trayectoria, el lanzamiento de la primera generación en 1974 marcó un antes y un después en la industria. Al cumplir medio siglo, Volkswagen planea rendir tributo a este icónico modelo como se merece.
A pesar de su popularidad y de ser un auténtico mito en la industria, el Golf se enfrenta a un desafío que llega sobre todo de la mano de la electrificación que le ha puesto las cosas difíciles incluso dentro de su propia casa, con el mismísimo Volkswagen ID.3. El Golf Mk8.5 llega con el objetivo de reconquistar su posición en el mercado y mejorar las debilidades de la anterior versión. Una actualización que marca la mitad de su ciclo de vida comercial y que es la última antes de convertirse en un modelo completamente eléctrico.
Una renovación que resuelve algunos problemas conocidos
Antes de este drástico cambio, la producción en serie del nuevo Golf ha comenzado en la planta de Volkswagen en Wolfsburg. El pasado 13 de abril salió de sus líneas la primera unidad de la octava generación, renovado técnica y estéticamente: un Golf Style, en color azul anémona metalizado.
Thomas Schäfer, director general de Volkswagen, destaca que el Golf ha sido el pilar de Volkswagen durante los últimos cincuenta años. Representa la movilidad accesible para las masas, manteniendo un alto estándar de calidad técnica.” Gracias a su capacidad de adaptarse a lo que los clientes necesitan, el Golf ha logrado mantenerse como líder en ventas a nivel mundial”. Según el dirigente, la generación actual del Golf sigue esta tradición: “es el Golf en su máxima expresión”.
En el transcurso de medio siglo, la emblemática planta de Wolfsburg ha sido el lugar de producción del icónico compacto: de las más de 37 millones de unidades vendidas en todo el mundo, más de la mitad han salido de sus líneas, lo que equivale a más de 400.000 vehículos anuales. Aquí se incluye el Golf ‘clásico’, que ahora está en su octava generación, así como al Golf SW, al Golf Sportsvan y a una extensa variedad de modelos con diferentes tipos de motorización.
Así es el nuevo Golf con motores de gasolina y eléctricos
Esta última generación destaca sobre todo por su diseño frontal, especialmente por sus innovadores faros LED. En las versiones más equipadas, cuenta con el sistema de iluminación avanzado IQ.LIGHT2, que incluye dos potentes luces de carretera con un alcance excepcional. Por primera vez en un vehículo europeo, la parrilla cuenta con un logotipo Volkswagen iluminado, junto con unos pilotos traseros LED IQ.LIGHT 3D, que se encuentran en el Golf y en el Golf SW.
El interior se actualiza con un avanzado sistema de información y entretenimiento que incluye nuevos procesadores de alta velocidad, una pantalla táctil central de gran tamaño (12,9 pulgadas) a la que acompañan un menú que de fácil manejo. Ahora, los controles táctiles para regular la temperatura y el volumen están retroiluminados.
Además, equipa la última instrumentación digital. Entre las innovaciones se incluyen un volante multifunción y el asistente de voz IDA, que integra la función ChatGPT, capaz de manejar varias funciones del vehículo como el aire acondicionado, el teléfono o el sistema de navegación. También facilita el acceso a información on line mediante voz de cualquier consulta.
Además de los motores TSI, TDI y eTSI (de gasolina con hibridación ligera), el nuevo Golf se ofrece también en dos variantes de híbridas enchufables que destacan por una autonomía eléctrica. Superan los 100 km en modo eléctrico, y alcanzan hasta 1.000 km en modo híbrido. Añaden una ventaja extra como es la unción de carga rápida en corriente continua.
La planta de Wolfsburg
El nuevo Golf no ha sido el único motivo de fiesta en la planta insignia del Grupo Volkswagen. Justo antes del inicio de su producción, alcanzó el hito de fabricar su unidad número 48 millones, un logro sin precedentes en la industria.
El protagonista que pasará a la historia era, como no, un Golf. Pintado en un elegante gris Urano, esta unidad ya se encuentra de camino hacia el Reino Unido para su entrega. “Alcanzar los 48 millones es un logro notable que solo ha sido posible gracias a un equipo dedicado y experto”, señala Jürgen Mahnkopf, vicepresidente del comité de empresa. “Durante los últimos cincuenta años, nuestros trabajadores han invertido su energía y pasión en cada vehículo que ha salido de nuestra línea de producción”.
Con aproximadamente 20 millones de unidades, el Golf es el modelo más fabricado en esta planta. Le sigue el Beetle, con cerca de 12 millones de vehículos desde 1945 hasta 1975. El Tiguan, con casi 3,5 millones de unidades desde 2007, ocupa el tercer lugar, superando al Polo, del que se han producido más de 3 millones de unidades desde 1975. Rainer Fessel, director de la planta afirma que “el equipo ha estado trabajando meticulosamente en preparación para el comienzo de la producción durante semanas, incluso meses. Estamos emocionados de que el nuevo Golf esté a punto de llegar a las carreteras”.